Camino Calichero está tapizado por más de 3 kilómetros de basura
Alcalde Mauricio Viñambres evalúa utilizar drones para identificar y multar a quienes botan sus desechos en la comuna. Autoridad pide aumentar multas irrisorias.
Al menos 5 son los microbasurales - tres de ellos a punto de dejar de ser micro para convertirse en macrobasurales - los que por estos días le quitan el sueño y el buen ánimo al alcalde de Quilpué, Mauricio Viñambres.
Y es que el uso indiscriminado de quebradas y vías secundarias por particulares y empresas que arrojan sus desechos en zonas no dispuestas para estos fines tiene a la comuna en una verdadera emergencia sanitaria.
Para el edil, las situaciones más graves son el camino Calichero en la Villa Olímpica; el terreno ubicado detrás del cementerio; y el de Pompeya Sur donde hay unos asentamientos irregulares.
"En este minuto nosotros tenemos identificados 5 microbasurales: tres grandes como el del camino Calichero (...) Nosotros le hemos dicho al seremi de Salud que éste ya es problema sanitario en la comuna y él me ha planteado que se conforme una mesa con el intendente y podamos enfrentar ese tema de manera macro. No sacamos nada con resolver el problema en Quilpué si Villa Alemana no lo tiene resuelto (...) Acá hay un tema de área metropolitana", precisó el alcalde.
Para el jefe comunal de Quilpué, el tema de los microbasurales debe ser abordado a nivel regional y como zona metropolitana. No obstante lo anterior, la autoridad ya se encuentra evaluando algunas fórmulas que permitan mejorar el control y fiscalización que eviten que los vertederos clandestinos sigan proliferando.
Drones
Entre éstas, Viñambres analiza la posibilidad de utilizar drones para identificar a los responsables de estos desechos.
"Estoy tratando de instalar un sistema de drones de vigilancia, están haciendo la propuesta, nosotros ya tenemos identificados los microbasurales (...) La idea es poder tener un control a través de drones, que fotografíen. Ya hablé con el juez de policía local, me dijo que es factible pero tenemos que hacer un reglamento", planteó el edil.
Viñambres cuestionó en todo caso que la multa aplicada a quienes incurren en esta falta no supere las 3 UTM, y planteó que se hace necesaria una indicación de ley que incremente este monto a fin de que particulares y empresas lo piensen antes de botar desechos en zonas no autorizadas.
3 kilómetros
Uno de los vertederos clandestinos más grandes que hoy existen en Quilpué y que supera los 3 kilómetros de extensión, es el que ha surgido en el camino Calichero, una vía secundaria que corre paralela al Troncal Sur y que conecta con el estero Marga Marga.
Según el alcalde, este camino no es vía pública sino que un camino concesionado y cuya mantención es responsabilidad de la concesionaria.
"La concesionaria reiteradamente ha limpiado ese camino, una y otra vez...te diría que unas 15 ó 20 veces, en que se ha hecho una limpieza profunda, pero vuelven a botar desechos y está como está", precisó el edil.
A raíz de lo anterior, han existido reuniones con la concesionaria y se analiza la posibilidad de instalar una barrera de control mediante la cual se pueda identificar a los vehículos que ingresan y salen por esta vía.
Consultado por esta situación, Mauricio Bórquez, gerente de Operaciones de Ruta 68, explicó que "el camino Calichero se utiliza hoy como acceso hacia el estero Marga-Marga por parte del negocio de los areneros y también como vertedero clandestino por parte de inescrupulosos".
El ejecutivo explicó que la sociedad concesionaria ha incrementado el retiro de escombros, basura domiciliaria y basura orgánica, a partir del año 2013 en adelante y que el año 2018 este retiro ha sido, en la medida que se ha podido, compartido en conjunto con el municipio de Quilpué.
"Adicionalmente se han materializado cercos con postes de hormigón y alambre de púas a objeto de controlar la basura. También se han realizado trabajos de conservación y mantención del camino granular", informó Bórquez.