
Caballero hizo vivir a los canarios
El paraguayo se reencontró con los goles y San Luis respiró con un triunfo ante O'Higgins, que revalidó el "estilo Osella" en el Elías Figueroa.
San Luis logró la tercera victoria de la temporada justo cuando el panorama empezaba a ponerse muy oscuro. El 2-0 ante O'Higgins trajo luz al proceso de Diego Osella que por fin pudo sumar al mando del conjunto quillotano. Y lo hizo jugando como quiere jugar.
Por más que algunos líricos se desesperen con el estilo del DT trasandino, lo cierto es que el retornado entrenador sabe a lo que quiere jugar, y eso aplica en el campo de juego, con intérpretes que tratan de estar en el mejor nivel y que deben superar a rivales que también juegan.
Es cierto que O'Higgins se instaló en campo rival buena parte del encuentro, con sus centrales parados en la mitad de la cancha. San Luis agrupado y tratando de cuajar las muy de moda transiciones rápidas, fue el que más hizo pasar susto al portero rival.
De hecho, Miguel Pinto vio cómo un zurdazo de Maximiliano Rodríguez rozó un poste y se fue, y luego repelió como pudo un tiro libre del mismo volante uruguayo.
Los visitantes se desgastaban en el manejo de sus volantes Fernández y Oroz, pero no lograban filtrar balones claros para su hombre en punta, Pablo Calandria.
El paragua liquidó
El partido caía en la monotonía hasta que se comenzó a activar Christian Bravo por la banda derecha para ser una opción de descarga y desborde. Sin embargo, y como pocos veces en el último tiempo, la llave la tenía Mauro Caballero. El paraguayo liquidó sobre el final del primer tiempo, reencontrándose dos veces con el esquivo gol, e hizo celebrar eufórico a Osella.
En los 43 minutos el guaraní arrancó solo pillando mal parada a la zaga celeste. Pareció que el "9" canario demoraba el remate y se lo perdía, pero amagó hacia adentro y la clavó de derecha. No fue lo único, porque tras cartón el técnico sanluisino corrió y saltó de emoción tras el segundo de Caballero, que conectó un centro rasante de Bravo y dejó un 2-0 que ilusionaba, pero que había que sostener en el segundo tiempo.
Lo sostuvo bien
Con la ventaja de dos goles, y ante un rival tibio y golpeado, San Luis tuvo los pasajes más favorables del partido en la primera mitad del segundo tiempo.
Con mayores espacios y crecidos en confianza, Rodríguez y Jacobo Mansilla respaldaron en la cancha al DT que los trajo y movieron el balón con criterio y profundidad.
Caballero pudo lograr su hat trick con un zurdazo que se fue ancho, cuando otra vez le ganó la espalda al central Tomás Alarcón.
Sin embargo, la jugada del partido debió ser la del minuto 13 del complemento. Se juntaron Mansilla, Caballero y Rodríguez. Este último fue fiel a su condición de '10', y en vez de rematar él, le cedió el gol a Rodrigo González que acompañaba por la derecha. El lateral le pegó cruzado y el balón se perdió por el segundo palo, así como se perdió San Luis.
Después de ese 3-0 que no fue, era el momento de comenzar a cerrar un resultado invaluable para despegarse del fondo (aunque no alcance aún para salir de zona de descenso).
La salida del 'Paragua' Caballero por un más táctico Gerson Martínez, le quitó presencia en la contra a los canarios, más aún cuando a 17 minutos del epílogo, Osella sacó a Bravo -quien ahora se retira entre aplausos de los hinchas- y puso al defensor Daniel Vicencio para reforzar la marca por el lado derecho... aunque ni tan necesario era, porque el lateral zurdo de los celestes, Roberto Cereceda, hizo un pésimo partido irritando a los propios fanáticos que llegaron desde Rancagua.
El técnico visitante hizo ingresar a los dos delanteros que tenía en la banca, Salas y Mazzola, pero por los dos que tenía en la cancha, Hormazábal y Calandria. O sea, no arriesgó lo suficiente y un tiro del volante Matías Vera fue lo único peligroso para el meta Ignacio González.
Así, San Luis celebró después de cuatro meses y comienza a salir del túnel.