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El conquistador de la ola más peligrosa del mundo

El reñaquino Tomás Bock tiene apenas 15 años y ya se proyecta como el futuro del surf nacional, aunque para ello hace un llamado de apoyo.
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Nicolás Arancibia Bórquez

Un niño de 15 años generalmente se encuentra cursando primero medio y no tiene más preocupaciones que la de decidir qué carrera estudiará cuatro años más tarde. Tomás Bock, oriundo de Reñaca, decidió, con el apoyo de su padre, dejar el colegio y realizar exámenes libres para dedicarse a la actividad que tanto lo apasiona y que ya lo tienen con un futuro definido: "Quiero llegar a ser campeón mundial y ser el mejor surfista del mundo".

Oriundo de Reñaca, el joven de rubia cabellera se prepara para disputar ISA World Junior Surfing Championship, torneo mundial de la especialidad a celebrar del 26 de octubre al 4 de noviembre en Huntington Beach, California, ya teniendo en su espalda un tremendo precedente: En el 2013, surcó la legendaria ola Pipeline de Hawai, una de las más peligrosas del mundo ya que incluso ha cobrado la vida de varios profesionales.

"Fue una experiencia increíble, nunca en mi vida pensé que iba a llegar allá... quería que me pellizcaran porque no me lo creía. Si daba un poco de miedo, pero cuando ya estás ahí y vas a cumplir tu sueño, te dices a ti mismo que no puedes desperdiciar el momento, así que me tiré no más. Era el más chico y uno de los pocos sudamericanos ha que podido surcarla", aseguró al respecto de su hazaña la gran promesa nacional.

Su padre, Johannes, gran sostén de la carrera de Tomás, recuerda con nostalgia cuando vio a su hijo sobre la peligrosa ola, confesando que "tiene harta confianza, sabe harto porque es un niño que creció en el mar, pero siempre hay susto cuando lo veo agarrar olas grandes y veo que toma más riesgos de lo que a uno le gustaría, pero este deporte es así, y hay que aperrar no más y como papá tengo confianza en él".

Buscan apoyo

Como tristemente suele suceder, la gran barrera que Tomás debe sortear para seguir creciendo en el deporte está en los recursos. "Solo me apoya Maui, que es la marca que me apoya, pero mi auspiciador es mi papá y mi familia", nos cuenta el deportista, quien además debe viajar a Perú un mes antes de cada competencia, ya que su coach es incaico y en aquel país recibe más apoyo que en Chile.

"Yo sé que en el país el apoyo al deporte es difícil conseguirlo, más en el surf, pero también es contradictorio porque la disciplina ya es olímpica, y a mí lo que me llama la atención es que Viña, que es la ciudad del deporte, una ciudad de mar, le de poco apoyo a los deportistas que se desempeñan en el mar. Nos hemos sentido un poco abandonados por la ciudad, porque "Tomi" representa a Viña sea donde sea que compita", nos reveló su padre, quien ha debido costear la carrera de su retoño con diversos trabajos. "Partí como fotógrafo bien de abajo, trabajé de garzón, vendiendo comida en la calle, en lo que sea. Después cuando el "Tomi" empezó a competir, mi fotografía comenzó a tener más prestigio, y he tenido que trabajar sin parar haciendo fotos y videos para los campeonatos, metiéndome al mar a tomar fotos en olas medias peligrosas para poder cobrar bien", reveló Johannes.