Cinthia Matus O.
El 6 de agosto de 1862 se promulgó la Ley de Ferrocarriles que, entre otras cosas, regulaba "itinerarios, velocidad, carga, tarifas, reclamos, animales domésticos y personas malolientes". Como tal, rigió hasta 1925, pero desde su última modificación en 1981, no ha variado mucho.
Ayer, en Twitter, algunos usuarios la recordaron porque además de cumplir 156 años, se refiere explícitamente a los pasajeros que expelen malos olores al viajar. "La norma de 'pasajeros malolientes" podría aplicarse en los buses actualmente, especialmente para aquellos que fuman antes de subir a buses en las mañanas entre Valparaíso y Santiago. Hace falta", dijo el usuario @elirgeo. A lo que Eduardo Nannig respondió: "Te aseguro que eso es 1.000 veces mejor que subirse a un bus en el sur cuando llueve. Ahí sí que hay pasajeros malolientes".
Reglamentos
Eduardo Baeza, académico de la carrera de Ingeniería de Transporte de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), explicó que la Ley de Ferrocarriles ha ido mutando, pero que en 1931 se dictó el decreto 1157, cuya última modificación fue registrada en agosto de 1981.
"Esta ley todavía está vigente y regula todo lo que es el funcionamiento de las concesiones, de los espacios físicos, quién es dueño de la vía, cómo opera, cuál es el modelo de negocios, etcétera. De esta ley, se desprenden un sin número de reglamentos que la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) ha formulado y otras empresas que son operadores de transporte ferroviario", consignó.
El académico agregó que EFE tiene empresas filiales como Metro Valparaíso y Tren Central, que tienen su propio reclamento de pasajeros.
"En cada una de las empresas filiales de EFE están reguladas las relaciones que las empresas tienen con sus pasajeros, donde se colocan deberes, derechos y obligaciones. Se fijan las multas, exclusiones, quiénes fiscalizan y las prohibiciones que tienen los pasajeros. Por ejemplo, en estos reglamentos, está claramente establecido que un pasajero no se puede subir con un elemento que pueda causar incendio y eso viene en la ley antigua. Incluso sacar una fotografía viene del año 1931", detalló.
Respecto de los pasajeros "malolientes", el profesor de la PUCV destacó que la ley lo sigue regulando. "En nuestro caso más cercano, que es Metro Valparaíso, desde el año 2016, que es su última versión del reglamento, están todas las exigencias de los pasajeros (...) en él, un usuario puede pedirle al personal de una estación que descienda a un pasajero en estado de ebriedad que se orinó en sus pantalones, por ejemplo", dijo.
Prohibiciones
En el artículo 38 del "Reglamento del servicio de pasajeros de Metro Valparaíso S.A.", efectivamente está prohibido "ingresar a las estaciones en estado de intemperancia o en estado de ebriedad, arrojar desperdicios, escupir u orinar en cualquier recinto de Metro Valparaíso, incluidos los automotores; ejercer la mendicidad, comercio ambulante, u oficios que atenten contra la moral y las buenas costumbres". Frente a estas situaciones, el personal de la empresa está facultado para tomar medidas. También puede acudir al libro de reclamos.
El profesor Eduardo Baeza acotó que la gente desconoce sus derechos y que por eso no actúa. No obstante, en algunos casos debe primar el criterio. "Si una persona por haber trabajado todo el día está con sus vestimentas sucias y malolientes, habría que evaluar", expresó.