Everton se juega hoy gran parte de su salvación en el Sausalito
Bajo un tenso ambiente -que se acrecentó ayer con una suerte de apretón por parte de los hinchas hacia el técnico Javier Torrente- los Oro y Cielo reciben esta noche a la Universidad de Concepción.
Lo de esta noche en Sausalito, matemáticamente hablando (y con 12 fechas aún por delante), hay que dejar en claro... no es de vida o muerte, ni tampoco sentenciará la suerte de los viñamarinos, en su lucha por evitar el descenso.
No obstante y debido a la situación crítica -en la tabla de posiciones- por la que atraviesa Everton, que el choque de hoy ante la Universidad de Concepción (20.00 horas) ha sido considerado por los Oro y Cielo, como clave y fundamental para el futuro del club.
Javier Torrente, el ahora cuestionado técnico viñamarino, se colocó su propio ultimátum, mientras que sus jugadores concuerdan que ante la UdC y luego frente a Huachipato (ambos pleitos en Sausalito) es imperioso sumar de a tres.
De hecho, la situación en el interior de Everton es tan delicada que ayer, un grupo de unos 20 a 25 hinchas... irrumpió tras el entrenamiento hasta las propias instalaciones del CDE, primero, para dialogar con el técnico Javier Torrente y exigirle resultados y, segundo, plantearle su malestar al presidente Pedro Cedillo, por el manejo del Grupo Pachuca hacia los hinchas.
Como el entrenador aún dialogaba con los medios de prensa cuando llegaron los hinchas, el rosarino no tuvo la posibilidad de escabullirse y/o evitar a los fanáticos. Sin más remedio escuchó los planteamientos de los hinchas, junto con insistir que él y sus jugadores harán todo lo posible para ganar y salir del fondo de la tabla. En esos instantes, Gustavo Dalsasso asumió el rol de mediador y mientras el ahora director deportivo de Everton les explicaba a los forófos que el técnico no tenía nada que ver con los hinchas sancionados por el "Código 102" o la ley de violencia en los estadios, entre otras cosas, conminó al técnico a centrarse en lo suyo, mientras varios de los jugadores del primer equipo, observaban la escena.
Si bien Carabineros llegó al lugar, no fue necesaria su intervención ya que los hinchas no provocaron desmanes y tuvieron un comportamiento al menos correcto.

