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Wanderersse aleja del feo abismo

El "Cheíto" tuvo un triunfal debut en Playa Ancha y con ello logró alejarse de los puestos de descenso en la Primera B.
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Nicolás Arancibia Bórquez

No hay mejor forma de celebrar los 126 años que Santiago Wanderers cumplirá este 15 de agosto, que con una victoria. Jugadores e hinchas, cada uno con su respectiva fiesta, se fueron ayer con una sonrisa en el rostro luego de que el Decano superase de forma merecida a Deportes Puerto Montt por dos goles a uno, acumulando así su segunda victoria consecutiva en Valparaíso, y de paso, consiguiendo el primer triunfo de la mano de un Miguel Ramírez que ya muestra un cambio de mano en el equipo.

Más de ocho mil wanderinos estuvieron presentes en las gradas del recinto playanchino, robándose por momentos la atención de las cámaras al desplegar un lienzo enorme con la consigna "el club es nuestro", bandera que fue confeccionada por los propios forofos verdes luego de conseguir fondos con diversas actividades de autogestión, entre ellas, la venta de las Pulseras Panzers.

En cancha, los jugadores tampoco quisieron decepcionar, y más allá de los reiterativos errores defensivos que son imposibles de corregir rápidamente, el equipo mostró una de sus mejores caras en lo que va de semestre. Razón de lo anterior es que recién en tres minutos de compromiso, los caturros ya habían dos claras chances para abrir el marcador en los pies de Reiner Castro, las que luego fueron respondidas por uno de los pocos ataques del cuadro "delfín" en cinco minutos de lance.

La dupla compuesta por Rafael Viotti y el venezolano Castro se ve más pulida en cada partido, y ahora, alimentados por un siempre peligroso Luis Valenzuela, lograban acercarse con peligro una y otra vez a la portería custodiada por el experimentado Cristian Limenza, quien a través de sus propias atajadas, o bien ayudado por la poca eficacia de la delantera verde, logró llegar al descanso con su portería invicta, en lo que era un empate que poco y nada se condecía con lo que pasaba dentro de la cancha.

El segundo tiempo comenzó con un idéntico libreto de dominio porteño, aunque esta vez, si se logró traducir aquella supremacía en una ventaja en el tablero. Corría el octavo minuto del complemento, cuando Matías Fernández protagonizó una gran jugada por el sector derecho que finalizó con un pase hacia un despejado Reiner Castro, que a bocajarro, anotaba el primer tanto del partido, y de paso le daba tranquilidad a una escuadra de Miguel Ramírez que presionaba en el campo rival a su oponente y no lo dejaba mostrar sus armas.

Los cambios

Cuando mejor jugaba el Decano, el "Cheíto" decidió mover y realizar el primer cambio del compromiso. Luis Valenzuela, quien sigue demostrando que es un tremendo aporte para el fútbol de ascenso, le dejó su lugar a Francisco Piña. Con esta sustitución, el cuadro wanderino comenzó poco a poco a ceder el protagonismo dentro de la cancha, perdiendo la buena circulación de balón que "Larry" aportaba. y sumando que además el ex jugador de Puerto Montt no logró enchufarse en el partido y entregó muchos balones de forma errática.

Tras un mal despeje de Francisco Alarcón, quien de todos modos jugó un correcto compromiso principalmente por su entrega, fue que Orlando Gutiérrez anotó un gol de otro partido tras disparar desde el borde del área para poner lo que era hasta ese momento un inmerecido empate a 18 minutos del silbatazo final. Cuando mejor se veían en la cancha, Fernando Vergara, estratega de Puerto Montt, decidió sacar de la cancha a Hernán Albano Becica, y con ello, volvió a darle el protagonismo a un Decano, que ante la chance entregada en bandeja, decidió no perdonar.

Gol y a cerrar

Enzo Gutiérrez, que casi no había tocado el balón en todo el partido, tenía la llave para destrabar el compromiso. El delantero argentino, haciéndole fama al dicho que dicta que los goles feos valen tanto o más que los hermosos, aguantó un balón por el centro del campo, y antes de llegar al área, levantó la cabeza y se alistó a disparar. El remate, sin mucha potencia, parecía que no causaría mucho daño, son embargo, un mal bote terminó complicar en demasía la estirada de Limenza, quien con clara complicidad, vio cómo el balón acababa introduciéndose en portería y sentenciando con ello la victoria de Wanderers.

Con el marcador nuevamente a su favor, Ramírez no quiso comer vidrio y rápidamente dispuso del ingreso de Ezequiel Luna por Rafael Viotti, sustitución enfocada en cerrar el compromiso. Reiner Castro, a través del contragolpe, tuvo dos chances claras para poder estirar la ventaja, mientras que el puertomontino Fernando Cornejo, también tuvo un remate en el corazón del área que bien pudo significar un empate que finalmente no llegó.