Claudio Morales Salinas - La Estrella de Valparaíso

Una derrota estrecha, pero derrota al fin, que no le permite despegar del penúltimo lugar, sufrió San Luis en su visita a Colo Colo, en un duelo en que los canarios debieron resistir la artillería pesada de un cuadro albo que no se guardó nada. Ni hablar de dosificar ni reservar a sus figuras para futuras batallas, por eso el elenco de Diego Osella se encontró con un rival que salió con su tridente millonario, Jorge Valdivia, Lucas Barrios y Esteban Paredes; pese a que habían jugado a mitad de semana por la Copa Libertadores.

Los albos solo tuvieron ausente a su técnico Héctor Tapia, castigado, pero con sus cracks terminaron inclinando la balanza a su favor, pese a que San Luis luchó y jugó para cambiar su suerte.

Hasta los nueve minutos, el golpe por golpe recordó otros tiempos del equipo canario, porque al tanto inicial de Paredes en los seis minutos (pase largo y la defensa mal parada), San Luis respondió rápido (9') con gol de Mauro Caballero, quien anticipó y conectó un centro de Rodrigo González, lateral diestro de buen partido en el Monumental.

Pero las figuras de Colo Colo estaban con apetito, y en los 14 minutos Barrios ensayó un preciso pase de taco adivinando que Paredes estaba donde tenía que estar, en el área. El artillero blanco entró destapado y batió a Igancio González con un puntazo bajo y ajustado.

Tanto bregar al principio para ir perdiendo en el cuarto de hora, bajó a los quillotanos y le dio impulso a un Colo Colo que entró inyectado al saber que los líderes del campeonato habían dejado puntos en las jornadas de viernes y sábado, y que por lo mismo, podía descontarles terreno en la parte alta del torneo.

Fue en lo que restaba de ese primer tiempo que los blancos pudieron dar el golpe de gracia, pero Lucas Barrios no estuvo fino y se perdió el tercero tras eludir al portero sanluisino.

Hizo el esfuerzo

En el complemento San Luis se despercudió de todos los miedos y salió a jugar para cambiar su suerte. Los amarillos se instalaron en campo enemigo, ocuparon las bandas y remataron al arco popular, aun a riesgo de sufrir con las contras mortales que podía organizar el Mago Valdivia.

Fue así que en los seis del segundo lapso, Christian Bravo pudo llenarse de gloria cuando entró destapado por el sector derecho, tras una buena jugada urdida por el ataque canario. Sin embargo, el extremo derecho remató en dos oportunidades a quemarropa, y en ambas le dio al cuerpo del portero Agustín Orión, cuando los hinchas quillotanos que estaban en ese sector ya se aprestaban a celebrar.

San Luis seguía insistiendo, pero ese gol perdido lo pagó 14 minutos después en su propia puerta. Las marcas fallaron en un tiro de esquina, imperdonable para un equipo que necesita los puntos como el aire, y el zaguero argentino Juan Manuel Insaurralde clavó un cabezazo que parecía el golpe definitivo.

Pero quedaba tiempo, intención y cambios para ir por algo más. Los ingresos de Bosris Sagredo y Gerson Martínez ordenados por el entrenador sanluisino, refrescaron un ataque que solo tenía a un ya desgastado Caballero.

El espíritu canario lo ejemplificó muy bien el Sorry González con un derechazo furioso que casi se le cuela en un ángulo al meta colocolino. Mientras, en el otro lado Barrios no estaba en su tarde y Paredes no volvió a acertar.

Valió la pena

El premio para los canarios llegó tarde con el descuento del Chon Martínez, quien recogió en la boca del arco una certera combinación entre Braulio Leal y Joaquín Pereyra, zaguero que estaba colabrando como delantero. Alcanzó para caer con la frente en alto, aunque el penúltimo lugar en la Tabla apremia más que la semana pasada.