Vergüenza ajena me produjo la participación en la entrevista efectuada al alcalde de Valparaíso en el programa de TVN "El informante", este domingo recién pasado. A este señor le quedó grande el cargo comunal. Yo voté por él porque creí que sacaría a Valparaíso del retroceso social y económico, pero solamente he visto demagogia en su actuar, al igual que su equipo asesor.

El nivel de delincuencia ha crecido cada vez más. El ornato y aseo de la ciudad para qué decir. Los rayados en la ciudad propiedades públicas y privadas. El alto nivel de cesantía. El comercio ambulante. Da la impresión de que al alcalde solo le interesa su movimiento político, si bien es cierto durante su campaña se caracterizó por el puerta a puerta para captar votos y se le veía en distintos lugares, lo que actualmente no sucede. Como siempre, la única respuesta que puede dar a su pobre gestión es que la alcaldía arrastra deudas millonarias. Visto de esta manera, es fácil llegar a ocupar el cargo. Además puede tener gran oratoria y juventud, pero eso no es suficiente para ser jefe comunal en donde debe lidiar con personas y problemas reales. Valparaíso va de mal en peor.

Leopoldo Vásquez Morales

En relación con los últimos cuatro meses, las declaraciones emitidas por políticos tanto del oficialismo como de la oposición han tenido un lugar especial en la agenda noticiosa, dejando a sus autores frente a la cámara de ética o destituidos de su cargo. Teniendo esto en cuenta, ¿realmente un ministro, diputado o senador le toma el peso a la importancia de su imagen?

Personalidades como el exministro Gerardo Varela o Mauricio Rojas saben bien a qué me refiero, debido a que sus palabras les valieron su destitución del cargo. A las autoridades de este calibre no les vale decir "es que soy alguien de carácter y que dice lo que piensa", porque existen muchas formas de expresar una idea y todo lo que se diga delante de una cámara, micrófono o incluso un libro tiene un impacto. Por ello, todo actor político debe considerar bien sus dichos y empezar a hacer rendir los recursos gastados en su equipo de asesores, siempre respetando su propia línea de pensamiento. La responsabilidad en el manejo de la imagen siempre será el timón de una buena carrera política, mientras que el equipo de asesores son el capitán del barco.

Felipe Rojas Arrieta