Diputada Camila Rojas (FA): "La maternidad no puede ser obligatoria"
La parlamentaria presentó un proyecto de ley que busca despenalizar el aborto en nuestro país. De esta iniciativa, del resto de la agenda legislativa feminista, de los roces al interior de su conglomerado y de la disociación entre política y ciudadanía, conversó con Región F.
Los últimos años han estado marcados por una íntima y tensa relación entre el mundo estudiantil y la política. Primero fue "la marcha de los pingüinos" del 2006; luego vino el 2011 con movimiento universitario y su lucha por la gratuidad. Hasta este 2018, fecha en que se escriben las últimas líneas de un cada vez más estrecho vínculo; ahora las pancartas exigen el fin de la educación sexista y de los abusos al interior de diversas casas de estudio.
Camila Rojas no sólo fue testigo privilegiado de todos estos procesos, sino que los comandó: perteneció a las bases de estos movimientos y levantó varias de sus demandas. Hoy, la actual diputada de la Izquierda Autónoma es quien debe canalizar y atender esas solicitudes. Una labor que muchas veces -según reconoce con pesar a Región F- choca con los obstáculos que impone la burocracia del sistema.
Porque claro, el aterrizaje del Frente Amplio al interior del parlamento ha sido complejo. Un proceso lento, donde el deseo de transformar el modus operandi institucional, se ha visto ralentizado por las dinámicas capciosas "propias de la política". Un proceso donde también, en más de alguna ocasión, la coalición han debido aplicar la lógica del "ensayo y error", como admite Rojas sin esquivar la autocrítica. "El Frente Amplio fue una coalición electoral exitosa durante el 2017. Pero el paso de ser una coalición electoral a ser una coalición política propiamente tal nos ha costado. No hemos sigo capaces de construir una institucionalidad que nos permita tener cierto marco".
Para muestra, un botón: "A mí me tocó estar en la comisión de pesca" cuenta la diputada Camila Rojas a nuestro programa, y usa ese episodio para ejemplificar sobre los conflictos al interior de la labor parlamentaria. "Esa ley es la punta del iceberg de los vínculos que existen entre política y negocio, entre política y dinero", un vínculo que la sociedad chilena conoce, que la mantiene desencantada del mundo político y que ha provocado, a la larga, una desconfianza generalizada hacia el poder legislativo. "Es una relación contradictoria, como la vida misma en todo caso. Estamos en un espacio que no nos agrada al 100% pero creemos, como Frente Amplio, que tiene relevancia importante para hacer cambios".
Educación no sexista
Para Rojas la clave está en entender que "la política no es solamente lo que se define en el congreso o La Moneda. La política pierde sentido porque deja de tener utilidad y las leyes que se están discutiendo, los temas que se están discutiendo, lo que aparece en la prensa, lo que está en la agenda pública, parece no tener la relevancia suficiente para la ciudadanía". El desafío de su coalición, añade, está precisamente en reencantar a las bases, aunque reconoce que no se trata de un camino fácil.
Precisamente para hacer eco de las demandas de la ciudadanía es que la diputada, en conjunto con otras parlamentarias de la cámara, presentó un proyecto de ley que busca despenalizar el aborto. "No se busca asegurar la prestación del servicio, sino que lo que se pretende es dejar de criminalizar a las mujeres que abortan", explica Rojas. "Nos parece que hoy podemos avanzar más (…) no es una discusión antojadiza, es algo que ya estaba presente desde los años 30 cuando el MEMCH decía que la emancipación biológica de las mujeres era necesaria; la maternidad no puede ser obligatoria". Para la legisladora el contexto en el que se enmarca la discusión es propicio, pues el debate internacional pone al aborto en primera plana "tanto en términos de derechos humanos como sanitarios".
Sin embargo la diputada no limita su agenda feminista a los derechos sexuales y reproductivos, sino que inserta esta bandera de lucha en un escenario más amplio que incluye necesariamente "la educación no sexista y educación sexual integral, creemos que es un tema relevante que estaba en el programa de Beatriz y por eso es importante que esté en la agenda del Frente Amplio y de la oposición", afirma.
El patio trasero
El desentendimiento que existe entre el mundo político y la realidad social se ha expresado de manera dramática en Quintero-Puchuncaví, una población que sólo ahora está siendo primera plana en la prensa; pero que, durante 50 años, ha sido el patio trasero del mundo industrial. Allí, denuncia la parlamentaria con molestia, la "solución" ha sido cerrar colegios y no fábricas, algo que Rojas critica categóricamente. "¿Por qué? ¿Por qué se cierran las escuelas en vez de las industrias? ¿Por qué el ministerio de educación no antepone el derecho a la educación y la vulneración que hoy existe con esos niños y niñas de Quintero y Puchuncaví respecto de su derecho a educarse? Ahí yo creo que hay respuestas que son bien vacilantes, que son ambiguas y que no se hacen cargo del problema".
La descentralización es una bandera de lucha que Región F y el Frente Amplio tienen en común. Cuando se le pregunta a Rojas por el tema, recurre a un ejemplo que cataloga de tragicómico. "Los paraderos son iguales en todo Chile a pesar de que, evidentemente, las condiciones climáticas son muy distintas. Entonces, ese es el caso caricaturesco de esta situación, pero lo vemos en distintas políticas". Y bajo esa misma línea añade que "no podemos pensar políticas públicas que abarquen todo el territorio nacional como si el territorio nacional fuera homogéneo"... o igual a Santiago.