Colapso en Urgencias del Carlos Van Buren por falta de camillas
Un hombre que fue baleado en un asalto a su casa tuvo que ser llevado por vecinos al hospital, ya que la ambulancia no tenía cómo trasladarlo. Pacientes denuncian que esperan hasta días para ser hospitalizados.
Marcela Guajardo P: - La Estrella de Valparaíso
Eran cerca de las 21.00 horas de este miércoles cuando tres encapuchados entraron a la casa de Alfonso Castro y Selvia Guerrero, dos pensionados que viven en el sector de Mesilla en Valparaíso.
No se resistieron al asalto, pero al huir, uno de los delincuentes le disparó a Alfonso en la cadera. Los vecinos, alertados por la situación, llamaron de inmediato al SAMU.
Pasaron 15 minutos y el hombre se desangraba peligrosamente. "Empezó a salir la sangre a borbotones del costado y tuve que ponerle una toalla, estaba muy angustiada", dice Selvia. Al no llegar la ambulancia tuvieron que trasladarlo por sus propios medios a Urgencias del Van Buren.
"Nos dijeron que todas las camillas estaban adentro y por eso se demoraron en salir, afortunadamente un vecino nos pudo trasladar", cuenta la mujer, quien no se ha movido del centro asistencial desde que su marido fue hospitalizado. Ahora se encuentra estable y fuera de riesgo vital.
Según algunos funcionarios, no es extraño que las ambulancias no puedan moverse porque las camillas están en urgencia con los pacientes. Incluso han tenido que utilizar las tablas de rescate muchas veces para poder trasladar a las víctimas.
Colapso
Son las diez de la mañana en la Urgencia de Adultos del Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso y se informa a través de los parlantes que solo se atenderán a los pacientes críticos.
Algunos se molestan, otros se muestran resignados. Manuel lleva a su madre con cáncer porque está muy débil y necesita un medicamento para el dolor.
"Llevamos dos horas esperando, pero siempre es así y no hay prioridad para los pacientes crónicos", dice.
La mamá de Krisna lleva dos días esperando hospitalización por una pancreatitis. Está en la sala de espera y se sienta cuando puede, sino se pasea esperando escuchar su nombre.
"Es muy mal servicio. Mi mamá está con fuertes dolores y no se ha podido mover de acá porque no puede perder la atención", dice ella angustiada.
Falta de camas
Con el invierno en retirada y con él las afecciones respiratorias, se pensaría que el servicio podría descansar en la cantidad de pacientes, pero al parecer no es el caso.
El servicio de Urgencia cuenta con 18 camas pero la cantidad de pacientes hospitalizados al interior de la unidad son más de 50 en promedio. Los funcionarios deben atender muchas veces a los pacientes en las mismas camillas de las ambulancias, ya que no hay camas libres para trasladarlos. La prioridad de atención son los casos donde hay riesgo vital.
"Independientemente si hay 70 pacientes hospitalizados en la unidad, nosotros vamos a atender a los pacientes críticos de inmediato y son evaluados en reanimación", dice el doctor Mauricio Cancino, jefe de Urgencia.
"Nosotros recibimos pacientes de mediana a alta complejidad por eso está colapsado el hospital", dice Raúl Delgadillo, dirigente de la Fenats Unitaria. "Los funcionarios hacen todo lo humano posible para atenderlos a todos pero no hay camas".
Cuando colapsa el sistema muchos pacientes son derivados al hospital Eduardo Pereira, que también tiene una exigencia en su capacidad.
"El fin de semana llegaron cinco personas que necesitaban reanimación inmediata y solo tenemos tres camillas con los implementos, por lo que se tuvo que hacer la reanimación en camillas que no correspondían. Los hospitales se está quedando chicos con el avance de las enfermedades, como es el caso del Carlos Van Buren que por su estructura física no puede crecer más", asegura el dirigente.
En julio el Ministerio de Salud anunció la entrega de 1.600 millones de pesos, dentro del proyecto Pabellón a Punto, aunque estos recursos van dirigidos a los pabellones y a los equipos técnicos, como rayos.
Según el jefe del SAMU de la red SSVQ, el doctor Jorge del Campo, la falta de camillas es un problema país. "Se ha conversado con los encargados ministeriales sobre el tema, pero no es algo que ocurre solamente en el Hospital Carlos Van Buren. Existen problemas para que los servicios de urgencia liberen las camillas debido a la gran cantidad de pacientes que llegan al servicio".
Hay un acuerdo entre los servicios de urgencias de los hospitales para liberar las camillas a las ambulancias dentro de dos horas. Sin embargo, no siempre se puede cumplir, debido al colapso en el sistema.
Urgencia
"Son situaciones puntuales que se generan cuando el número de pacientes consultantes excede la capacidad de los box de atención de Urgencia", afirma el doctor Mauricio Cancino, jefe de Urgencias del Carlos van Buren, sobre la falta de camillas para la salida de las ambulancias.
El médico agrega que existe un protocolo claro cuando se ven sobrepasados en la atención. "Cuando tenemos 60 pacientes en un espacio designado para 18, tenemos que avisar a las personas en la espera. Dado esta contingencia se atiende a los pacientes más complejos y una vez que se estabilizan y están en condiciones de ser trasladados a otros servicios, se va atendiendo a otros pacientes que son menos complejos".
En relación a la espera a ser atendidos, donde algunos pacientes mencionan que pueden esperar hasta días para ser revisados, el jefe de Urgencia del Hospital Carlos Van Buren dice que mantienen un sistema computacional para registrar la entrada de los pacientes y que según esos registros, el tiempo de espera no excede a las 15.00 horas.
Aunque existe un proyecto para ampliar la unidad y así aumentar la cantidad de camas, es a largo plazo junto con la construcción de un nuevo hospital. Lo que sí se va a concretar es la mejora de los implementos.
"Se va a hacer la Urgencia a Punto, que es un proyecto a corto plazo para renovar las camillas, desfibriladores nuevos, mejores sillones dentales, pero es equipamiento, no es para ampliar la infraestructura de la unidad", dice Cancino.