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Sujeto que violó y asesinó a colegiala podría salir en libertad

El sangriento hecho renace tras 20 años del día en que el taxista, Luis Carrasco Tapia, mató de 72 puñaladas a Viviana Montenegro. La Corte de Apelaciones evaluará su caso, junto a otros 400 más.
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Matías Valenzuela

Durante esta semana, una comisión especial de la Corte de Apelaciones revisará, caso a caso, una extensa carpeta con 400 solicitudes de libertad condicional presentadas por reos que cumplen con una serie de condiciones. Dentro de ese extenso compendio de aplicaciones, figura la de Luis Carrasco Tapia, el único detenido por el impactante asesinato de Viviana Montenegro.

El hecho marcó a fuego al vecindario de la calle Nelson, en el cerro Barón. El 2 de octubre del año 1998, la estudiante de 17 años tomó un taxi de la línea 120 para dirigirse hacia Polanco a recoger a una amiga, y posteriormente asistir a clases al Liceo Computacional de Playa Ancha, pero el taxista se desvió del camino, sacó un cuchillo para intimidarla y se detuvo en un sitio eriazo, en el sector Lomas de Rodelillo.

Allí, desvistió a la menor y la violó. Si bien en primera instancia la habría dejado escapar, posteriormente, y por temor a que lo denunciara, la asesinó propinándole 72 puñaladas.

Días después, fue identificado y detenido como el culpable del crimen. "No está ni pizca de arrepentido", titulaba La Estrella por entonces, tras la captura. Se designó a Gonzalo Morales como ministro de fuero para el caso y la familia pujaba por la pena de muerte.

Finalmente, tras dos años de duelos legales, en que hasta intervinieron abogados de la municipalidad de Valparaíso, el magistrado resolvió una condena de presidio perpetuo.

El fallo no cayó bien en la familia de Viviana, y su padre, Roberto Montenegro, aseguró que iba a apelar a la decisión, pero nunca pudo torcerle la mano a los jueces. A los tres años, falleció en su casa de un paro cardiaco. Literalmente, se le rompió el corazón. "De pena murió padre de liceana que fue asesinada", se leía en el titular de La Estrella de Valparaíso de aquel sábado 11 de octubre de 2003.

Pocos recuerdos

Con la muerte del padre de la víctima, el caso fue quedando lentamente en el olvido. La confitería que manejaba el padre de Viviana es ahora una tienda de estampados, ubicada a unos metros de la sede de Santiago Wanderers.

La casa donde vivía la familia, en Barón, es ahora habitada por otras personas. La actual dueña de casa nos recibe con nerviosismo y asegura no saber nada de la familia que la precedió en esa vivienda, que ahora luce un color calipso opaco.

La mujer dice que llegó a vivir allí unos cinco años después del crimen, que su marido gestionó el trámite a través de Bienes Nacionales, y que la casa estaba en completo abandono, y tuvieron que arreglarla de poco a poco.

"Aún nos quedan cosas por arreglar hasta el día de hoy", nos dice Juana.

En el resto de la calle, hay poca o nula información sobre el paradero de la familia. Los vecinos conocidos de la familia fallecieron o ya están muy viejos para recordarlo.

Libertad condicional

Tras pasar 20 años de cárcel, el taxista presentó formalmente una solicitud de libertad condicional, y será revisada, junto a cientos de otras, por una comisión especial conformada para esta tarea.

Juan Carlos Maggiolo, juez del Tribunal de Garantía de Valparaíso y vocero de la comisión, precisó que lo primero es que deben cumplir "satisfactoriamente la mitad de la pena y en delitos más graves como homicidio o abuso sexual, la pena debe estar cumplida en dos tercios del total de lo impuesto. Cumpliendo ese requisito formal, luego se revisa su conducta que durante todo el periodo debe haber sido satisfactoria o muy buena".

Agregó que "además debe tener algún tipo de estudio, particularmente acreditar saber leer y escribir como mínimo y también alguna otra capacitación escolar, además de estar en condiciones de ejercer algún trabajo, profesión y oficio".

El caso aún no es evaluado particularmente, pero si cumple con todas las exigencias dispuestas por la comisión, podría verse aprobada con la condición de firmar ante Gendarmería, acreditar buena conducta, obtener un trabajo y mantener un domicilio.

reacciones

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Sobre la posibilidad de que reos condenados por crímenes de violación u homicidio, el diputado Andrés Longton manifestó que "hay ciertos delitos -y así lo presentamos en un proyecto de ley- que no deberían tener ningún tipo de beneficio carcelario, porque quienes los cometieron tienen nula posibilidad de rehabilitarse, como es el caso de la violación con homicidio. Estamos hablando de personas que sufren de problemas psiquiátricos serios". Asimismo, agregó que "lamentablemente, hoy los comités de libertad condicional hacen caso omiso a los informes emitidos por los jefes de los centros penitenciarios correspondientes".