Secciones

Investigan a marino por abuso a hijastra

Abuelo de la víctima hizo público el caso, porque no quiere que el hombre siga trabajando en la Armada.
E-mail Compartir

Cinthia Matus O.

Con una carta de casi tres planas de extensión, C.B.A.D., le contó a su madre que mientras dormía, fue abusada sexualmente por su padrastro C.S.C.C., quien es sargento primero de la Armada.

La joven, que decidió revelar la verdad tras un incidente familiar, relató que los hechos ocurrieron durante tres meses, cuando ella tenía 16 años. "A cierta hora, en la que yo ya estaba durmiendo, el C. subía a apagarle la tele a los niños y pasaba a mi pieza. Me di cuenta que me tocaba, cuando de repente despertaba porque tenía sus manos encima de mis pechos, mi trasero y mis calzones, si es que podía", dice parte del relato. La estudiante de Pedagogía, que actualmente tiene 20 años, le dijo a su madre que se había cuestionado muchas veces en contarle porque era su palabra contra la de su padrastro.

Abuelo exige justicia

El abuelo de la joven, H.D.P., decidió hacer público el caso, porque no le parece que el sargento primero siga trabajando en la Fragata Lynch de la Armada. "Actualmente está separado de mi hija, tras 13 años de matrimonio, y estamos muy afectados porque yo lo tenía en un pedestal. Cuando mi hija leyó la carta que escribió mi nieta, inmediatamente se intentó contactar con él para conocer su versión. Estaba navegando, pero le contestó un mail", dice el familiar de la víctima. En dicho mail, C.S.C.C., reconoció los hechos, y le pidió a su ex mujer, que le permitiera ver a los niños que tienen en común por última vez.

El abuelo de la estudiante afirmó que su nieta se presentó en la fiscalía de Viña del Mar para hacer la denuncia y que al padrastro le llegó la notificación.

De esta manera, C.S.C.C., desembarcó en el puerto de Quintero, en donde voluntariamente se presentó en la fiscalía para dar su declaración. La Estrella tuvo acceso a su testimonio, en el que asumió toda su responsabilidad y contó con detalles los hechos.

De acuerdo al documento, el hombre conoció a su hijastra cuando tenía 3 años. En 2006 se casó con su mamá y juntos vivieron en Quilpué, en el domicilio en donde ocurrieron los abusos. El sargento primero acota que siempre sostuvieron "una relación difícil", ya que discutía frecuentemente con su esposa, quien le decía "que no quería" a su hijastra. Luego, en una crisis matrimonial, que tuvo lugar el 2015, el hombre confesó las tocaciones. "En mi etapa más crítica con el matrimonio, subí a apagarle el televisor a los niños, entré a la pieza de C., quien dormía sola, y le realicé tocaciones (...) Al ver que ella se movía, me asusté y me fui a mi pieza. Quedé mal porque nunca había hecho eso ni con C., ni con nadie", dice la declaración.