Libro recupera la genial pluma de Lukas en El Mercurio de Valparaíso
Por más de dos décadas, Renzo Pecchenino publicó sus chistes en ese diario y en La Estrella; una selección de este valioso material sale hoy a la luz en una edición de lujo.
Redacción
La imagen muestra a dos señores conversando al borde de un mirador. De fondo, se divisan las clásicas palmeras viñamarinas. "El turista argentino que viene a Viña no tiene una señalización caminera adecuada", reflexiona en voz alta uno de ellos. "No te preocupes -responde el otro-. ¡Con este olor no hay cómo perderse!".
Esta viñeta, publicada el 18 de diciembre de 1966, fue la primera de Lukas en Mercurio de Valparaíso. Sería el inicio de una larga colaboración de Renzo Pecchenino con la empresa periodística porteña, que se extendió por más de dos décadas, hasta la muerte del dibujante, en 1988, y que abarcó también sus colaboraciones para el diario La Estrella de Valparaíso y el suplemento Revista del Domingo.
Parte de este legado es el que reúne el libro "Lukas en El Mercurio de Valparaíso", un contundente volumen compilatorio que entrega una selección del trabajo de Lukas en esta casa periodística y que será lanzado este martes 23 de octubre, a las 18.00 horas, en el auditorio del Centro de Extensión Duoc UC, en el edificio Cousiño de Valparaíso.
En 248 páginas de gran formato, el libro -editado por El Mercurio de Valparaíso- reúne una selección de las viñetas publicadas por Lukas en la prensa local, particularmente sus reconocidos chistes, que aparecían en la página editorial de El Mercurio, y las tiras del famoso Don Memorario.
La selección fue realizada por el historiador Gonzalo Serrano del Pozo, quien estableció criterios temáticos que eran recurrentes en la obra de Lukas. A saber: Valparaíso y sus calles, personajes, cerros, ascensores y Wanderers; y Viña del Mar, en especial la época de verano, el Festival, Everton y el Casino.
A ellos se suman, en la selección, hechos históricos que, a lo largo de dos décadas, fueron plasmados por la hábil pluma del dibujante: la guerra fría, el primera trasplante de corazón, la llegada del hombre a la Luna, la Unidad Popular, el régimen militar, el conflicto del Beagle, entre otros.
"El primer criterio fue el cronológico, una forma de ordenar el material y realizar algo diferente a lo que se ha publicado. Quisimos ver de qué forma podíamos revisar la historia del último cuarto de siglo a partir de la particular mirada de Lukas. Los chistes de Lukas son un reflejo de lo que estaba pasando", explica Serrano, quien apunta que se trata de una selección general, pues "Lukas hizo más de veinte mil dibujos".
Curiosidades
Otros capítulos del libro muestran facetas diversas y algunas menos conocidas del genio de Lukas. Así, por ejemplo, aparecen sus primeros trabajos para El Mercurio de Valparaíso, cuando publicaba en el desaparecido Suplemento de los Jueves unas particulares viñetas del tamaño de una página, con agudas reflexiones y desopilantes invenciones. En esta primera etapa, hay viñetas complejas, con numerosos personajes y detallados diálogos, como el "Congreso de municipalidades", ambientado en una especie de resort, que resulta sospechosamente actual; o una lista de peticiones para el Viejo Pascuero, donde aparecen obras públicas aún esperadas.
De esta época son también las colaboraciones con el dibujante Bigote, con quien desarrolló unos hilarantes textos ilustrados de situaciones de la vida cotidiana, como los viudos de verano o las formas de afrontar el domingo.
También aparecen en este segmento un especial horóscopo al estilo de Lukas y el irónico "test para perdedores".
El historiador
Otro de los capítulos del libro está dedicado al trabajo publicitario de Lukas, una faceta tal vez menos conocida de su obra pero que desarrolló con ahínco, a través de la agencia Pembag, que fundó junto a su amigo y colega Rubén Bastías (Sam Kudo), Iván González y Luis Muñoz Ahumada.
En este apartado, aparecen algunas joyas de la publicidad, como la serie de avisos históricos para la empresa GasValpo y las bellísimas tarjeta de Navidad que diseñó Lukas para Ambrosoli.
Así como la contingencia ocupaba sus viñetas diarias, la historia local era un tema que apasionaba a Lukas, y así quedó demostrado en las crónicas ilustradas que escribió para los diarios y en sus conocidos libros "Apuntes porteños" y "Apuntes viñamarinos".
Dentro de este libro, aparecen algunos trabajos muy valiosos y desconocidos de Lukas, como una historia ilustrada de El Mercurio de Valparaíso, publicada en La Estrella en 1974, con motivo del aniversario del decano de la prensa; y una recreación ilustrada del mundo en distintas épocas, a medida que se fueron cumpliendo las ediciones 10.000, 20.000, 30.000 y 40.000 del diario porteño.
También se registra íntegra su crónica "Valparaíso de la mano de Lukas", una singular guía para recorrer la ciudad puerto, publicada originalmente en la Revista del Domingo.
"Mi impresión es que el Lukas contingente fue el primero, más importante y más mediático. Sin embargo, detrás de la fama que esto le fue generando y la presión que significaba pensar en más de un chiste todos los días, estaba el otro Lukas, el cronista, que quería dejar un legado y que terminó frustrado por no haber dibujado más de lo que hizo. Dos almas que luchaban entre lo inmediato y lo mediato", señala Serrano.
Actualidad
El libro cierra con un gran homenaje: la última entrevista que brindó Lukas, pocos meses antes de su fallecimiento -ocurrido en febrero de 1988- y que fue realizada por tres compañeros de labores en El Mercurio: los periodistas Julio Hurtado, Gastón Gauché y Germán Carmona.
Por entonces, Lukas ya sufría un avanzado cáncer y contemplaba los cambios que vivía la ciudad que tanto quería, con la llegada del Congreso y el inminente plebiscito.
¿Cómo habría visto la pluma de Lukas el Valparaíso del hoy? Es una interrogante abierta que el historiador Gonzalo Serrano intenta dilucidar: "Valparaíso se ha ido deteriorando y me parece que la pluma de Lukas habría sido implacable con esta falta de cariño que ha ido sufriendo la ciudad. Lukas podía ser muy divertido, pero también tenía un humor muy negro cuando algo no le parecía. Me lo imagino reclamando contra los grafitis, los contenedores y los perros vagos. Por otra parte, la sociedad ha cambiado mucho producto de las redes sociales, whatsapp, memes, etcétera. Sin duda, Lukas se habría burlado de esas relaciones virtuales que marcan el día de hoy. Pero esa misma tecnología pudo haber servido mucho para divulgar su trabajo", reflexiona.
La Estrella de Valparaíso