Carla Olivares Rojas
Tres incendios han afectado el último año a las dos rukas que se encuentran en el Centro Ceremonial Mapuche "Ruka Lawen Witrapuran" que se emplaza en los terrenos del hospital de Peñablanca, en Villa Alemana.
El primero ocurrió el 28 de septiembre de 2017; el segundo, el 27 de septiembre de 2018; y el último el pasado jueves 18 de octubre y pese a que, según el informe de bomberos, al menos el primero fue producto de una falla eléctrica, para la encargada de asuntos indígenas de Villa Alemana todo se trataría de siniestros intencionales.
"Éste fue un atentado en contra de la ruka, en contra de nosotros, en contra del pueblo mapuche. En este último incendio se descartó cualquier posibilidad eléctrica y se inició, igual que el de hace unas semanas, por la cocina, que es la parte más oculta. Aunque digan lo contrario, los tres han sido intencionales", señaló Orietta Curihuentro, encargada de la Oficina de Asuntos Indígenas del municipio de Villa Alemana.
¿Quién está detrás?
Lamentablemente, desconocen quién estaría detrás de estos atentados, dado que nunca han recibido amenazas ni tampoco han dejado mensajes o panfletos tras los incendios.
"Estas personas no sé quiénes son, quisieron demostrar claramente que esto que está pasando aquí es intencional. No hemos recibido ninguna amenaza, lo único que hemos visto son algunos comentarios de corte negativo en Facebook, pero son los menos, porque siempre hemos recibido mucho apoyo de la comunidad. Aquí no hay nada donde uno pueda determinar quienes son", señaló Orietta Curihuentro.
La estructura siniestrada corresponde a la "pichi ruka", la misma que se quemó en septiembre del año pasado y que había sido reconstruida completamente. En esta oportunidad se vio afectado alrededor del 40% de la estructura que se utiliza de manera administrativa con la recepción de pacientes, las instrucciones y sus fichas.
Mientras se realizan las reparaciones, las atenciones se mantienen en el lugar, en tanto que no aceptarán arreglos mientras no se les confirme que se invertirá en seguridad en el lugar.
"No logramos entender por qué, no lo dimensionamos, siempre hemos sido un aporte. Ahora queremos tener una mesa de trabajo con las autoridades y no vamos a parar un palo mientras no tengamos seguridad. Aquí hay una responsabilidad del Estado, éste es un espacio del Servicio de Salud que nosotros administramos. Nos sentimos abandonados, aquí cualquiera puede entrar y hacernos daño y eso no queremos. Queremos un guardia permanente con una caseta y de ahí ver otras medidas, como la instalación de cámaras y luego empezar a reconstruir, es hora de tomar esto con seriedad", sostuvo Curihuentro.