"Hay una inmensa corrupción que proviene del Estado"
La psicoastróloga María de los Ángeles Lasso reside hace más de 40 años en Horcón, localidad perteneciente a la comuna de Puchuncaví. Ha sido testigo en primera línea de cómo la clase política y los gobiernos de turno, han privilegiado los intereses económicos por sobre la protección de la comunidad, en lo que califica como "una desgracia sin nombre". Aquí nos entrega su percepción sobre la crisis ambiental.
Orgullosamente se define como una "hippie de Horcón". En esa zona, María de los Ángeles Lasso echó raíces y vivió durante los años setenta -junto a varios jóvenes- en un paraíso de paz que nadie hubiese creído posible en pleno gobierno militar. Fiel a sus convicciones, Lasso no abandonó esas creencias con el paso de los años. Lo suyo no fue una moda. Por el contrario, cultivó lema de "amor y paz" hasta convertirse en una connotada "psicoastróloga", con una larga trayectoria en radio y televisión y dedicada escritora. Hoy cuenta con diecisiete libros a su haber.
Durante la dictadura su motivación fue vivir tranquilamente, tarea casi imposible en las grandes urbes debido a la dura realidad que aquejaba al país. Una época en donde ser hombre con pelo largo y barba levantaba luces rojas en las autoridades y, según la escritora, aquellos eran inmediatamente calificados de terrorista o comunistas. Sin embargo, los "hippies de Horcón" lograron lo imposible y forjaron un refugio en donde gozaron de cierto grado de libertad y tranquilidad. "Nosotros no estábamos en guerra, estábamos en una burbuja".
Tocar guitarra todo el día y ser calificados de locos significó no sufrir abusos por parte de los uniformados quienes no veían una amenaza en ellos. Lasso vivió tranquilamente aquel período hasta que se marchó a recorrer América en los años ochenta junto a su hijo de cinco años quien, admite, tuvo una escolaridad poco convencial. Se atrevió a emprender esa aventura porque, según cuenta a Región F, la mueve un "americanismo" grande, mismo que la orilló a quedarse en este continente y criar a sus hijos aquí pese a haber tenido la oportunidad de quedarse en Europa. "Yo insisto que el futuro es acá, en esta punta del mundo", añade a modo predictivo.
Falla en la matrix
"Es una desgracia sin nombre". Usa esa frase para referirse a la crisis medioambiental de Quintero y Puchuncaví. Al rememorar su juventud en la zona, recuerda los primeros indicios de industrialización. Sin embargo, destaca que la situación actual no se parece a nada que haya visto antes. "Es un sistema absolutamente perjudicial para la vida humana, porque todo consiste en generar y estropear todos los recursos naturales sacarle el jugo a la tierra hasta que quede absolutamente seca e inútil, sin pensar jamás en las generaciones que vienen detrás".
No es algo nuevo para Lasso, quien siempre se ha preocupado de los asuntos de fondo. Relata que a sus veinte años ya gritaba en contra de la guerra de Vietnam a pesar de que Chile estaba muy lejos de aquel escenario. "Nos importaba porque es toda nuestra generación que estaba muriendo inútilmente, lo mismo que ahora con Irak", explica haciendo una crítica a los intereses económicos que subyacen detrás, una dinámica en donde pocos se llenan los bolsillos y todo el resto sufre los perjuicios.
"Hay una inmensa corrupción que proviene del Estado que está protegiendo las empresas y no a los habitantes". Esto es algo obvio para la astróloga, no obstante, se lamenta que las ideas políticas impidan ver aquella verdad. "El sistema está mal hecho, la Matrix está mal montada; o bien montada para el favor de unos pocos", afirma con decepción. Desde una mirada más metafísica -propia de sus habilidades- Lasso explica que nuestro país está marcado por una historia de dualidad, con una clara tendencia a dividirnos por la mitad. "Chile es un país tremendamente esquizoide" señala para referirse a la permanente búsqueda de enemigos políticos que existe desde un bando y otro. Frente a esto, concluye, faltan energías positivas para hacerse cargo de los conflictos.
Bruja cibernética
Pero no es tan fácil. Hay muchos que se mantienen escépticos frente a la magia que Lasso defiende con tanta esperanza; incluso aunque algunos tilden su contenido de charlatanería. Ella defiende que su arte tiene una estructura matemática que debe ser estudiada con rigor, que sus años de práctica no han sido en vano y que, con décadas de trayectoria, se siente segura de sus conocimientos. "La magia es saber canalizar la energía (…) si la gente aprendiera a manejar su propia energía, seríamos más felices, sin duda", sostiene con convicción.
Así como el contenido que Lasso comunica ha evolucionado también ha evolucionado su manera de entregarlo. "Soy una bruja cibernética total. Yo no ando en escoba, ando en internet", cuenta entre risas para referirse a su adaptación a los nuevos tiempos y la manera en que ha decido incursionar en las redes sociales, especialmente en Youtube. Sin embargo, destaca que su rol de "mensajera" no es exclusivo sino que dicha labor compete a toda la sociedad. "Todos tenemos que ser mensajeros de que existe una mejor manera de vivir en comunidad, en amor, en la luz".