Manuel Gómez Poblete

Había expectación por lo que podía mostrar el seleccionado chileno de fútbol, anoche en Rancagua. Mal que mal, era el primer partido de la "Roja" en canchas nacionales (con Reinaldo Rueda en el banco), luego de un total de ocho partidos amistosos en el extranjero.

Lo anterior, sumado a las pintorescas declaraciones formuladas -en la previa- por el técnico cafetalero de Chile, quien junto con desdecirse y convocar a un veterano como Esteban Paredes (cuando siempre habló de una selección joven o de recambio) o que se mostró dispuesto hasta inmolarse en su defensa de jugadores de escaso aporte como Junior Fernandes o Angelo Sagal, le otorgaban una buena dosis de 'pimienta' al amistoso con los "Ticos".

No obstante, lo que nadie jamás se imaginó fue el pálido papel de Chile en su retorno a canchas nacionales. Y es que el 2-3 final ante los centramericanos, evitó -al menos, en lo numérico- un papelón para los dirigidos por el técnico Rueda, quienes, hasta bien adentro en el partido, caían por 0 a 3 ante los "Ticos".

El empuje final de la "Roja" (más por amor propio que por un fútbol hilvanado), le valió a la escuadra chilena -que incluso desperdició un penal en los pies de Alexis Sánchez (81')- para alcanzar un par de descuentos que sólo le sirvieron para decorar un marcador en donde Costa Rica, aprovechó muy bien los desajustes nacionales.

Chile por su parte, careció de profundidad y se vio particularmente errático, especialmente en las pelotas detenidas. De hecho, los dos primeros goles de Costa Rica nacieron de sendos tiros de esquina aprovechados por el central Kendall Waston, quien primero de cabeza (35') y luego aprovechando un rebote (59'), puso en ventaja a los forasteros.

A Chile le costó imponer sus términos en la zona media y ante un rival de buen pie y que presionaba arriba, se vio casi desarmado y sin respuestas.

Johnny Herrera, incluso, tuvo un tapadón ante un zurdazo de Campbell, mientras que a Alexis, le sacaban un gol sobre la línea cuando el marcador aún seguía en blanco.

El 3-0 fue obra del zurdo Matarrita, quien se llevó en velocidad al "Torta" Opazo, quien jugó como lateral diestro en el segundo tiempo, luego de que el técnico mandó a Isla como puntero por la banda.

Ya cerca del final, Chile acortó las cifras e hizo algo más decorosa una derrota que mantiene el cuestionamiento en lo que realmente quiere y puede dar el técnico Reinaldo Rueda.

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