Fabián San Martín D.
Un dramático caso de violencia en el pololeo se registró en Valparaíso.
Una mujer de 54 años, domiciliada, en Placilla halló tendida en el piso de su casa a su hija de 14. Tenía la mirada perdida y a su lado gran cantidad de fármacos que sacó de un botiquín, los que ingirió para suicidarse.
La llevó raudamente a la posta infantil del Carlos Van Buren, donde le practicaron un lavado gástrico y salvaron su vida. La menor contó que ese día fue a la casa de su expololo y, en medio de la conversación, él la descalificó diciéndole que ahora estaba "gorda y fea", además de propinarle un golpe de puño en el rostro. Ella, según relató a Carabineros, se fue deprimida al hogar, donde intentó quitarse la vida con una intoxicación medicamentosa. La madre de la menor reconoció que no es el primer intento de autoeliminación de la niña, quien quedó hospitalizada, mientras los antecedentes del caso fueron remitidos a la Fiscalía.
Especialista
Para la sicóloga clínica, María Ester Buzzoni, docente de la Facultad de Sicología de la Universidad San Sebastián y directora de la Fundación Templanza, estas situaciones son preocupantes y más comunes de lo que se piensa en nuestra sociedad.
Buzzoni señala que el riesgo de cometer suicidio es latente en víctimas de violencia, no sólo en mujeres sino que en grupos sociales vulnerables. Dijo que actualmente se trabaja en legislar y penalizar la figura de violencia en el pololeo, fenómeno que tiene una tasa alta en Chile.
Según la especialista, los ciudadanos debemos tener un rol activo en la detección de estas situaciones al interior de las relaciones de pareja. "Cualquiera que sea testigo de esta violencia debe generar redes de apoyo y de soporte para detener esta violencia. Visibilizarlo y conversar con los que sufren estas situaciones", señaló Buzzoni.
"En el caso de menores de edad, la violencia no debe ser normalizada y hay que denunciar y detenerla de forma inmediata. De no hacerlo las consecuencias son gravísimas, no sólo en la salud mental", agregó.