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Familia viñamarina vivió minutos de terror atrapada en el ascensor de una tienda

Tenían que bajar un piso y demoraron cerca de 40 minutos en salir. Estuvieron encerrados sin aire y denuncian poca empatía de los encargados de la tienda que festinaban con la situación.
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Carla Olivares Rojas

Betsabé Monarde nunca pensó que la compra de un comedor le traería tantos dolores de cabeza. Hace unas semanas adquirió uno en la tienda La Polar del centro comercial Espacio Urbano de 15 Norte, pero al momento de la entrega estaba dañado, quiso desistir de la compra, el comedor fue devuelto, pero el dinero aún no.

A eso fue el pasado jueves a la tienda. A pedir la devolución de su dinero y como pensó que sería un trámite corto y rápido acudió junto a su esposo y dos de sus tres hijos de 10 años y 9 meses. "Estacionamos en el tercer piso y entramos a la tienda La Polar, ingresamos al ascensor porque andaba con coche, debíamos bajar un piso y de ahí no salimos más... ha sido la experiencia más aterradora de nuestras vidas", señaló la mujer.

Cerca de una hora

La familia, que vive en el sector El Mirador de Reñaca, en Viña del Mar, llegó a la tienda cuando faltaban alrededor de 15 minutos para las 20.00 horas.

"El ascensor quedó entre el tercer y segundo piso así es que con toda tranquilidad Cristian, mi marido, tocó el timbre de emergencia una vez y otra y otra y otra. No teníamos señal para llamar a Carabineros o a los Bomberos, empezamos a gritar, a golpear muy fuerte, los niños se empezaron a desesperar porque no había aire adentro, comenzó un descontrol porque el ascensor crujía, se movía y pensábamos que en cualquier momento se podía caer, la luz se prendía y se apagaba, pero nadie llegaba, no sabíamos que hacer", relató Betsabé Monarde.

Llega la ayuda, pero...

Perdieron la noción del tiempo que pasó desde que ingresaron al ascensor hasta que alguien los escuchó, ellos pedían la llegada de Bomberos, pero los encargados no quisieron llamar e hicieron el trabajo ellos de manera manual.

"El ascensor se movía donde el guardia trataba de subirlo manualmente y el niño gritaba de susto, ahí recién Cristian se puso a grabar. Fue una experiencia traumática, mi hijo rezaba, se persignaba, le dio un ataque de asma, descontrolado total y yo pensaba en que nos íbamos a caer, hasta mi esposo que es el más calmado estaba atacado al final", relató.

Desde afuera escuchaban cómo los encargados se reían y festinaban con la situación, los sacaron cuando habían transcurrido unos 40 minutos y no les ofrecieron disculpas, mucho menos un vaso de agua.

"Fue un trato muy poco empático, pedimos que fuera Carabineros, pero cuando llegaron, no tuvimos acceso a ellos, nos dejaron en una sala sin salir y a ellos en otra sala con los jefes. Después llegaron los Carabineros, pero dijeron que no podían hacer nada y que no tenían cómo comprobar que nosotros estábamos en el ascensor, les mostramos los videos, pero no había nada que hacer", aseguró la afectada quien se retiró de la tienda ofuscada cuando ésta ya había cerrado las puertas para los clientes.

Acciones legales

La familia ahora busca asesoría legal para buscar que la empresa se haga cargo de los daños ocasionados y de los problemas sicológicos que esto les trajo, especialmente al menor de 10 años quien fue el más afectado con la situación. "En la noche, el niño durmió apenas un par de horas, está muy nervioso y me di cuenta que se había mordido sus bracitos cuando estuvimos encerrados por el susto y los nervios, hoy no quiso levantarse, él necesitará una terapia y nosotros una explicación por el trato que recibimos", señaló la mujer. La denuncia fue estampada en el Sernac, en tanto que La Estrella intentó comunicarse con la empresa aludida, sin resultados positivos.

Vecinos de Santa Inés ya no saben qué hacer con tantos robos

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Asustados por ser eventualmente reconocidos por los delincuentes, los vecinos de Santa Inés, Viña del Mar, se contactaron anónimamente con La Estrella, para denunciar una ola de robos en el sector.

"Ya no sabemos qué hacer con todos los robos que nos han afectado en estas semanas. Si no son los autos, que después aparecen desmantelados en otras partes de la ciudad, son nuestras casas, en donde se meten y se llevan cosas de valor. También los locales como panaderías y botillerías, en donde incluso, han atacado con armas", dice P.V., una de las afectadas. J.P., otro vecino que recientemente recuperó su vehículo robado, cuenta que en la plaza que está cerca del cementerio, se trafica droga. "Este era un barrio tranquilo, pero se ha echado a perder. A mí me robaron una camioneta Fiorino que utilizaba para trabajar y a la semana siguiente apareció en El Salto, con sus placas patentes modificadas. En otra oportunidad, descubrí que intentaron envenenar a mis perros, porque les echaron unas carnes con veneno en el patio, para meterse a la casa. Aquí roban, trafican y hacen vandalismo. A otro vecino de una botillería cercana también lo atacaron", detalla. Como no han tenido mucha acogida por parte de las autoridades, los vecinos se han organizado por las redes sociales para estar en alerta.