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Nuevo caos vial por barricadas de los portuarios que siguen paralizados

Tras fallida mediación con TPS en la Inspección del Trabajo, protestaron en el Barrio Puerto. Comerciantes reclaman por cierres y deterioro de calles.
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Fabián San Martín D. y Nicole Valverde S.

Tacos kilométricos por los desvíos de tránsito en calles del plan y los cerros, en medio de un calor agobiante, fue el estresante regreso a casa ayer de miles de personas, luego de una nueva jornada de manifestaciones de los trabajadores portuarios que se mantienen paralizados.

Cerca de las 15.30 horas los eventuales en conflicto acudieron a una audiencia de mediación en la Dirección del Trabajo con la diligencia de Terminal Pacífico Sur (TPS). Pero estos últimos no llegaron a la cita. "Adujeron que no hay condiciones para sentarse a conversar porque tenemos bloqueados los accesos al Puerto, pero es falso por que han entrado buses con trabajadores rompe huelgas. Están operando a un 20% de la capacidad del terminal y nosotros tenemos una paralización productiva", dijo Pablo Klimpel, dirigente del sindicato de estibadores portuarios de Valparaíso.

Hoy las partes tienen una nueva audiencia en el organismo estatal. Antes pretendían reunirse con Raimundo Cruzat, presidente interino de EPV. Los portuarios insisten en conseguir un bono de compensación (bajaron sus pretensiones de 5 a 2 millones de pesos), a que no hayan listas negras ni represalias a sus asociados, y que se establezca una mesa para discutir condiciones de trabajo.

"Si ocurren las protestas es porque no tenemos recursos para llamar la atención. No es nuestra idea molestar a la ciudadanía ni los locales, pero lamentablemente son medidas de presión para informar del conflicto que sabemos tiene efectos colaterales", afirmó el mismo Klimpel.

Y así fue porque tras la audiencia los portuarios se agruparon en su sindicato y encendieron barricadas para cortar el tránsito en la avenida Errázuriz y arterias aledañas en ambos sentidos. Hubo enfrentamientos con Carabineros, con lanzamientos de objetos contundentes y elementos disuasivos.

El flujo se vio interrumpido y desviado por el Camino Cintura y otras arterias que se vieron colapsadas.

Comercio afectado

Fuera del conflicto, pero igualmente afectados por las protestas de los trabajadores portuarios eventuales, se encuentran los comerciantes del Barrio Puerto. Desde Plaza Sotomayor por calle Blanco hasta Clave, el aire está irrespirable por las bombas lacrimógenas y el piso negro por los neumáticos quemados de las barricadas.

En la Ferretería Naval e Industrial lamentan una baja de sus ventas, donde sus principales clientes son los mismos portuarios. Dicen que cada vez transita menos gente por el sector.

En la botillería y emporio Gandolfo Hermanos y Cía. aseguran que cuando comienzan los enfrentamientos entre los portuarios y Fuerzas Especiales deben bajar las cortinas. "El humo y los gases son una combinación muy tóxica. Ya no se puede estar acá. Entonces la gente sabiendo que hay protesta evita circular por acá".

En La Cubanita apuntan a que Carabineros hace uso desmedido de sus carros lanzaaguas y de gases lacrimógenos. "A veces los manifestantes están todos dentro del sindicato y pasa el 'zorrillo' lanzando gas sin que haya nadie en la calle. Después ese polvo queda en el piso y al otro día no se puede respirar. A nosotros nos ha afectado un montón en las ventas todo este conflicto".

A modo de solución, el dueño de La Cubanita emplaza a que el municipio destine labores de aseo con la famosa "hidrolavadora" en las calles en el sector del conflicto, y así ayudar a los comerciantes que ya no pueden mantener incólumes los pisos de sus locales que están completamente manchados de negro.

fotos: juan jordán c.
fotos: juan jordán c.
fuerzas especiales retiran una barricada. la protesta generó un caos vehicular.
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Se salvó de milagro: se entró y al minuto una micro chocó con su casa

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A eso de las 08.30 de la mañana, la porteña Luisa Rodríguez salió de su casa en el cerro Las Cañas de Valparaíso, para ver un camión que se había estacionado arriba de la vereda. Como ella tiene un negocio al lado, estaba pendiente de que todo estuviera en orden, así que cuando vio que todo andaba bien, se entró a su casa para prepararse el desayuno.

En eso, sintió un gran estruendo que remeció toda la casa. "Bah, quizás qué pasó al lado", pensó. Sin embargo, cuando salió nuevamente para mirar, se dio cuenta que se había salvado por un minuto: una micro del recorrido 513 había chocado con una pared de su vivienda. "Porque Dios es grande no más no me pasó nada. Yo había entrado recién a la cocina para prepararme algo para desayunar, cuando siento el estruendo. Salí y me encontré con que una micro se había metido por la pared, dejando un tremendo agujero", relató.

El conductor, que salvó ileso, le explicó a la dueña de casa que no tenía ningún problema en los frenos, pero que anotara su número para llegar a un acuerdo. Luisa Rodríguez no estaba muy conforme, ya que quedó expuesta a los robos. "Menos mal no pasó nada grave, pero en mi casa quedó un hoyo gigante, así que tengo que poner unas latas o algo para tapar y que además no me entre el viento. Fue pura imprudencia", lamentó. En total se registraron 19 lesionados.

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