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Colapso matutino en la jornada más dura del paro portuario

Barricadas, piedrazos y bombas molotov aliñaron una acalorada mañana. La paciencia de la gente se está agotando y portuarios aseguran que no pedirán "disculpas a la ciudad".
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Matías Valenzuela

La mañana de ayer fue una pesadilla para muchos. Una nueva jornada de movilización de los portuarios eventuales se desplegó temprano en la mañana, ahora con el "apoyo" de estudiantes de la UV, paralizando así toda la avenida Errázuriz.

Fue la jornada más agitada de los 28 días de paralización de los trabajadores, o al menos, la que afectó a más gente porque se realizó en un sector más céntrico, y en la hora peak de la mañana. El paso a Playa Ancha estaba totalmente cortado, y el olor a lacrimógena se extendía por varias cuadras.

Barricadas enardecidas, piedrazos y bombas molotov movilizaban a personal de Fuerzas Especiales de Carabineros. Los enfrentamiento eran en dos frentes: a ras de suelo y por el aire, pues un grupo de encapuchados lanzaba proyectiles desde lo alto de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valparaíso, incluso se vieron varias molotov que no explotaron, tiradas en el piso alrededor de la facultad.

El tráfico era casi nulo durante las cerca de dos horas que duró la protesta, y varios porteños se mostraron molestos ante la incapacidad de poder asistir a sus trabajos y domicilios. Varios de ellos, expresaron su molestia en las redes sociales.

Llegadas las 10.00 de la mañana, la situación estaba parcialmente normalizada, pero los ánimos de la gente se mantenían en el disgusto. Tras los disturbios, la UV emitió un comunicado condenando los hechos ocurridos.

"La rectoría ha solicitado a las autoridades de la Facultad de Derecho que realice las acciones pertinentes de modo que se esclarezcan estas situaciones y se tomen las medidas correspondientes. Somos una institución comprometida con la región y la ciudad, por lo que tenemos el deber de trabajar para que esto no se repita", manifestaron.

Dos querellas

A las 11.30 horas de ayer, en el Juzgado de Garantía de Valparaíso, se ordenaron dos querellas relacionadas con el tema.

El intendente regional, Jorge Martínez, junto a la gobernadora provincial de Valparaíso, María de los Angeles de la Paz, interpusieron una querella criminal en contra de un portuario que, presuntamente, agredió con un elemento cortopunzante a un carabinero cuando estaba siendo detenido. La segunda querella fue contra quienes lanzaron bombas molotov y piedras a los uniformados durante la jornada de protestas.

"La primera (querella) es contra Gustavo Vega Olmos, que en el día de ayer miércoles, a las 18.10 horas, mientras se desarrollaban incidentes en el entorno de la Plaza Sotomayor, fue detenido por un carabinero, el que fue agredido en repetidas ocasiones en el tórax por esta persona con un elemento cortopunzante, que sacó de entre sus ropas. Afortunadamente el carabinero se encontraba con chaleco antibalas, porque de lo contrario estaríamos lamentando otras consecuencias peores (...) desde tempranas horas de hoy hemos tenido barricadas en el sector de La Pólvora, en distintos sectores del plan de la ciudad, y lo que es más grave desde el techo del sindicato de estibadores de calle Goñi con Errázuriz, fueron arrojadas bombas molotov contra la Empresa Portuaria. De hecho, una de estas bombas fue dirigida contra una subestación eléctrica siendo controlado el fuego por el personal de turno", manifestó el intendente.

A las dos horas después del anuncio de las autoridades, se realizó la audiencia del portuario imputado de atacar al uniformado. Fue formalizado por homicidio tentado y maltrato de obra a carabineros. Se pedía arresto domiciliario, pero por su irreprochable conducta anterior el juez Fernando Vergara determinó que debe firmar quincenalmente durante los 70 días de plazo de investigación.

La abogada defensora Alejandra Borda, manifestó que su representado esgrime una versión completamente distinta a la que se detalla en el parte policial, señalando que ese día fue agredido violentamente por los uniformados, mientras uno de estos tapaba las cámaras que registraban el hecho, incluso afirma que uno de los uniformados se autoinflingió un perforación en su ropa con un elemento cortante.

Sobre posibles acciones legales, señaló que se van a pronunciar por las agresiones recibidas."Lo que sí corresponde es presentar acciones por las lesiones que él recibió. Si hay montaje, eso lo va a determinar el Ministerio Público, pero por las lesiones ya ordenamos que se haga una nueva constatación de lesiones, una más completa", explicó la abogada.

Daño colateral

Con los hechos ocurridos ayer, y todo el trajín de las últimas tres semanas, el sector del comercio es uno de los más afectados, y por lo mismo, están estudiando su curso de acción.

Danixa Becerra Castro, es la presidenta de la asociación gremial de locatarios de barrio puerto "Barrio Puerto AG", y cuenta que el gremio está muy preocupado por lo que ocurre.

"Es otro día más en que los locales no pueden abrir, entonces llevamos más de diez días sin poder abrir. Somos trabajadores igual que ellos, somos compañeros de trabajo, y tratamos de dialogar en un principio pero a ellos no les interesa, ellos solo quieren velar por sus demandas", se lamenta.

Danixa explica que en un primer momento fueron aliados de los trabajadores eventuales, aportando con fondos comunes y difusión, pero al ver que no había empatía con su condición, ya perdieron la paciencia.

"Nosotros les pedimos que por último las barricadas fueran en el lugar de conflicto, no en Cochrane, Blanco y Serrano, porque las están haciendo en las tres calles. Los únicos afectados son los trabajadores del sector y el comercio local. Estos son días perdidos, no se puede trabajar, hay gases lacrimógenos, la gente no viene, hay una inmensa cantidad de ollín que afecta mucho a las cocinerías. Todo nos tiene muy afectados", manifiesta. Sobre acciones futuras, la representante de los comerciantes señaló que están en conversaciones con abogados para evaluar si interponen un recurso legal.

Humo negro

Hasta el momento, no se ve ni de lejos un posible acuerdo entre ambas partes. Ayer, el presidente de EPV, Raimundo Cruzat, manifestó: "Rechazamos enérgicamente los eventos de violencia que se han visto en el puerto de Valparaíso en las últimas horas. Hacemos un llamado a las dos partes en conflicto a seguir con el plan de reuniones a la brevedad posible, y que hagan su mejor esfuerzo para llegar a un acuerdo para deponer el paro y las movilizaciones".

Según declaró Osvaldo Quevedo, presidente del sindicato Sudem, el movimiento de los eventuales no va a claudicar, asegurando que seguirán manifestándose. "Yo no voy a pedir disculpas, aquí los que tienen que pedir disculpas es la empresa y el gobierno. Nosotros tenemos algo sagrado, que es manifestarse y los trabajadores lo ven así. Yo como dirigente responsable apoyo toda clase de manifestación. No voy a pedir disculpas a la ciudad, aquí la empresa y el gobierno tiene que pedir disculpas. Me van a perdonar, pero aquí estamos todos en una, y si queremos pasar pascua y año nuevo acá, aquí vamos a estar. De aquí no nos mueve nadie", sentenció.

todo igual

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En la jornada de ayer las partes en conflicto continuaron las negociaciones. Según el dirigente Pablo Klimpel, sigue en discusión si el terminal tomará o no represalias contra los adheridos al paro. Tampoco hubo avances en la oferta de un bono. Dieron un ultimátum a la empresa para que hoy responda si ofertará lo que piden. En caso de ser negativa la respuesta, recurrirán a instancias superiores -el Estado- para que tomen determinaciones mayores. Los paralizados exigen que no haya listas negras, una mesa para discutir condiciones de trabajo, un bono de $2 millones líquido, y un préstamo blando para compensar la pérdida de trabajo y turnos.