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Día 29 de paro: batalla campal entre portuarios y carabineros

Por la tarde niños y mujeres recibieron gases y terminaron mojados por el carro lanzaaguas. Trabajadores eventuales amenazan con boicotear el Año Nuevo. Sharp pidió intervención de La Moneda para mediar entre las partes.
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Matías Valenzuela

Un nuevo día, una nueva jornada de disturbios. El día 29 de la movilización de los portuarios eventuales sumó otro capítulo marcado por las barricadas y los proyectiles.

Alrededor de las 08.00 horas se desplegó lo que ya es habitual en la avenida Errázuriz, entre San Martín y Clave. Barricadas y piedrazos se dibujaban a lo largo de la arteria, encapuchados con prendas anaranjadas corrían de un lado a otro, mientras los vehículos quedaban embotellados en las calles previas. Gran parte de la locomoción colectiva terminaba sus recorridos prematuramente en la avenida Pedro Montt, a la altura de la Plaza Victoria.

Entre los enfrentamientos de los protestantes y los efectivos de Fuerzas especiales, hubo una imagen que marcó el día. Un lienzo de gran extensión exhibía un mensaje claro y fuerte: "Si no hay Navidad para los portuarios, no hay Año Nuevo en Valpo", se leía en el paño, confirmando lo que ya habían comentado los dirigentes durante esta semana.

"Hoy día (viernes) se supone que debíamos recibir la última respuesta de la empresa (ver recuadro). Espero que sea positiva, yo tengo confianza que nos va a ir bien, esto lo vamos a ganar, es una cuestión de principios, es una cuestión de necesidades que tienen los trabajadores, aquí nadie se puede hacer el sordo o el desentendido, que aquí en Valparaíso van a cerrar", manifestó Osvaldo Quevedo, presidente del sindicato Sudem.

Sobre la posibilidad de empañar la fiesta de Año Nuevo, el dirigente señaló que no van a bajar los brazos. "Ahí hay un letrero bien claro, y ustedes lo han visto, y todos estamos en esa. Nosotros estamos asustados hace seis meses, hay 420 trabajadores asustados hace 6 meses, no tienen en estos momentos cómo pagar la matrícula de sus hijos, no tienen como alimentar a sus hijos, ese es el tema. Pascua y Año Nuevo acá, así es y así va a ser. Ya estamos radicalizados, con el sólo hecho de que la empresa no se haya sentado, nosotros estamos radicalizando el movimiento", sentenció.

Por la tarde un grupo de vecinos del sector, en apoyo a los portuarios, y en donde se encontraban niños y mujeres de edad marchó desde la Plaza Echaurren hasta la Aduana para manifestarse frente a TPS.

Pese a que la marcha se desarrolló con normal tranquilidad de ida, de vuelta a Plaza Echaurren hubo serios enfrentamientos entre efectivos de Fuerzas Especiales y los manifestantes.

Efectivos policiales hicieron uso de bombas lacrimógenas y del carro lanzaaguas en contra de los marchantes, quienes debieron refugiarse en el sindicato de estibadores. Niños y mujeres resultaron alcanzados por los gases y el agua.

En el sindicato de estibadores se desarrolló una batalla campal entre portuarios y efectivos de Fuerzas Especiales.

Llamado a la moneda

Cerca del mediodía de ayer, el alcalde de Valparaíso Jorge Sharp hizo un llamado público para que el Presidente Sebastián Piñera mediara entre ambas partes, argumentando que la gestión del intendente regional, Jorge Martínez, la Empresa Portuaria y cuatro ministros de Estado no han sido suficientes para facilitar el diálogo.

"Quiero solicitar al Presidente Piñera que intervenga directamente en este conflicto, el Gobierno de Chile tiene las facultades a partir del contrato de concesión que hoy sostiene con la empresa TPS para poder obligar a ese concesionario a llegar a acuerdo, a sentarse a la mesa y poder resolver este problema ahora. Valparaíso no puede seguir esperando", declaró el edil.

Asimismo, el jefe comunal expuso que la situación está golpeando a diversos sectores de la ciudad. "No solo se ven afectados los trabajadores, sino también los comerciantes, el turismo y toda la cadena logística portuaria. Entonces nos preguntamos hasta cuándo puede llegar esto si es que no se pone por delante el diálogo. Este es el momento en que requerimos que La Moneda en su conjunto tome cartas con muchas fuerzas y ponga fin a este conflicto, Valparaíso no puede seguir pagando el pato de un mal concesionario y además de un mal modelo de concesiones que está haciendo agua en Valparaíso hace rato y por todos lados", declaró Sharp.

Comercio dividido

El sector de los comerciantes del Barrio Puerto se encuentra dividido en dos sectores: los que apoyan el paro y los que no.

En un primer momento el apoyo era total, pero un grupo de los locatarios se distanciaron del movimiento, molestos por los daños y bajas ventas que sufrían producto de los enfrentamientos contra Carabineros.

Desde la Cámara de Comercio y Turismo de Valparaíso, su presidenta Evelyn Henríquez indica que la situación los tiene profundamente afectados, y preocupados.

No sólo han perdido las ventas de los días más críticos, sino que también tuvieron que suspender actividades para potenciar el turismo. Sin ir más lejos, ayer tenían programado un acto en la Plaza Sotomayor para potenciar el turismo rural, el cual tuvo que ser suspendido.

Asimismo, Evelyn tantea el daño que estos hechos pueden provocar en el largo plazo.

"El turista ya tiene una visión de una ciudad violenta, conflictuada y en medio de la confrontación. Si esto se mantiene, ya la gente no va a querer venir", asegura.

Desde el otro bando de los comerciantes, denominado como la "Asociación Gremial del Barrio Puerto, Oscar Reyes expone su versión, afirmando que en el sector viven familiares, vecinos y amigos de los portuarios movilizados, he ahí su empatía por ellos.

"El problema es que no podemos dejar a los portuarios solos, porque son parte nuestra, son parte de nuestra gente", afirma.

Los dardos de la asociación gremial apuntan directamente a TPS.

"Ellos tienen que solucionar el problema, que es un problema de plata, y ellos no pueden decir que no tienen recursos. Las ganancias que tienen ellos son tremendas", manifiesta.

oferta de tps y advertencia

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Al cierre de esta edición TPS informó la ayuda que ofrecen a los eventuales que se quieran reintegrar, "en la medida que no hayan estado vinculados a hechos de violencia". Consiste en un préstamo de $350.000, gift card de $200.000, un aguinaldo y caja de mercadería, y un préstamo de $200.000. "Para nosotros es inaceptable que unos pocos recurran a amenazas, bloqueos y actos de violencia para impedir - a la gran mayoría - el ejercicio del legítimo derecho a trabajar. Ellos no tienen cabida en nuestra empresa", advirtió el gerente general Oliver Weinreich. Los trabajadores no se pronunciaron sobre esta propuesta.