La paz de Navidad de 1914
Corrían los primeros meses de la Primera Guerra Mundial los frentes ya estaban estancados en las trincheras, la noche de Navidad de 1914 en distintos lugares comenzaron los villancicos y los soldados de a poco comenzaron una tregua no pactada.
De a poco las guardias bajaron y se dio una cofraternidad que superó enemistades en esa noche buena y día de Navidad de 1914, la humanidad superó el horror de la guerra y lo que comenzó con cánticos siguió con saludos, conversaciones, juegos de fútbol e intercambio de presentes entre británicos, franceses, alemanes, belgas y soldados de otras nacionalidades.
La paz de Navidad de 1914, en donde hombres comunes en condiciones excepcionales superaron el horror, nos da cuenta del valor de la humanidad y que quienes conocen y saben el costo de la guerra, por sobre todo, saben el valor de la paz.
Porque una cosa es prepararse para la guerra y otra muy distinta es desearla, quienes han hecho de su vida el servicio de la defensa de nuestro país saben perfectamente la diferencia.
Recordar "La paz de Navidad de 1914" es valorar la esencia de la humanidad.
Francisco Sánchez