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Alcalde Sabat: "Podemos meter las patas, pero las manos jamás"

El alcalde de Villa Alemana, que está en medio de su tercer periodo a cargo sillón municipal, hizo un balance de su gestión y de lo que espera para el próximo año.
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Cuando al actual alcalde de Villa Alemana, José Sabat Marcos (Independiente, 71 años), le ofrecieron ser concejal de la comuna por allá por el año 2003 él aceptó sin muchas ganas, pero primero le preguntó al jefe comunal de la época, Raúl Bustamante, si le servía su incorporación al concejo municipal. Así fue como primero participó de una encuesta.

Deber cumplido

Los hitos

El 2019 en la comuna

Sacó apenas el 5% de las preferencias con lo que pensó que zafaría, pero no contaba con que ese 5% significaba ser la segunda mayoría, así es que aceptó ir en la búsqueda de un sillón en el concejo municipal; se puso las pilas, "si vamos a hacer algo, hagámoslo bien", pensó, hizo campaña y logró en esa elección obtener la primera mayoría con 5.346 votos.

Luego de un periodo, postuló a alcalde y ganó con más del 43.31% de los votos (15.486 sufragios); el 2012 arrasó con más del 50% de las preferencias con 14.490 votos y el 2016 salió electo con el 48.19% de las preferencias y 13.590 votos.

Desde entonces que su norte han sido los grandes avances. Apoyado en los funcionarios municipales ha trabajado en la gestión de los sueños para la comuna, postulando de manera impecable a proyectos que han logrado materializarse de modo que Villa Alemana crezca como lo ha hecho hasta ahora, cuando ya cuenta con un edificio consistorial, un parque cívico, una piscina semiolímpica, un estadio, gimnasios y lo que viene: un nuevo hospital y un velódromo.

"Yo saco cuentas alegres y Villa Alemana está acostumbrada a sacar cuentas alegres. Cuando partimos con mi equipo quisimos darle un vuelco a la ciudad haciendo infraestructura de todo orden, pero cuando las vimos construidas tuvimos miedo que no se usaran como corresponde, que fuesen los típicos elefantes blancos y resulta que no, orgullosamente puedo decir que se usan los espacios que se han creado para la gente", señaló el alcalde.

Para Sabat esto no es casualidad, esto es trabajo planificado, estructurado, con finanzas ordenadas lo que provoca la admiración de las comunas vecinas.

En lo personal, reconoce que siente la satisfacción del deber cumplido y ha tenido el empuje para seguir adelante, pese a lo pedregoso que a veces se pone el camino.

"Todo aquí se ha hecho con mucho esfuerzo, yo no vengo del mundo político ni público, vengo de la empresa privada y ahí hay varios dichos como 'remar todos para el mismo lado', un tema que acá no se ve. Que lindo es poder trabajar en generar beneficios para aquellos que lo necesitan, pero siempre hay quienes no opinan igual; en las redes sociales aparecen muchas cosas, a veces son un mal porque se hacen denuncias sin nombre y apellido, todo es anónimo. Aquí se saben quienes son, quienes están detrás de publicaciones, pero como no hay una firma detrás, no se puede hacer nada... nosotros podemos meter las patas, pero nunca las manos, aquí tienen que estar tranquilos los funcionarios y la ciudadanía. Hay cientos de acusaciones que llegan a la contraloría y ¿en qué concluyen?, en que no hay dolo, que hay equivocaciones, algo completamente ajeno a la palabra delito", sostuvo.

Cuando el alcalde Sabat estaba en su primer mandato se inauguró el Centro Cultural Gabriela Mistral, lo que significó un gran avance para la comuna. Al año siguiente vino la reinauguración de uno de los emblemas de Villa Alemana, el Teatro Pompeya que fue declarado Monumento Histórico Nacional y estuvo cerrado por largos 15 años. Luego fue objeto de múltiples soluciones parche hasta que finalmente se optó por invertir y dejarlo de lujo.

Y luego vinieron, entre otros, el Parque Cívico Belén, el Edificio Consistorial, la remodelación del Gimnasio Luis Cruz Martínez, la recuperación del Estadio Ítalo Composto, la construcción del gimnasio Nicolás Massú y la construcción de la piscina Semiolímpica que son algunos de los grandes hitos que hoy tiene Villa Alemana, pero Sabat aún no está tranquilo.

Cuando llegó al sillón municipal, el alcalde se propuso trabajar por Villa Alemana un solo periodo, luego daría un paso al costado para que otros tuvieran la posibilidad de ser un aporte para la comuna, sin embargo, no fue así y ya este año parte con el tercer año de su tercer periodo.

"Cuando fui concejal aprendí cómo se debe actuar en el mundo público y es algo que a mí no me gustó porque en mi mundo, el privado, yo quería hacer algo, lo buscaba, llegaba a un acuerdo y lo pagaba. Aquí para querer regalarle a un niño un libro que vale 5 mil pesos hay que llenar un alto de papeles que tal vez cuestan más que el propio libro. Esas cosas son las que me hicieron ver cómo se puede cambiar el sistema y me di cuenta que se puede trabajar con la educación del mundo privado en el mundo público y los resultados están a la vista. En pocos años tenemos grandes proyectos y ¿por qué han salido si los funcionarios son los mismos de hace 10, 20 o 30 años? los invité a soñar con lo imposible. Yo no podía inciar algo y dejarlo a la mitad e irme de una manera conformista diciendo 'hice lo que pude', ¡no! tenía que entregarlo a la ciudadanía y así lo hemos hecho ", señaló.

El alcalde reconoce que su vida no ha sido fácil y las piedras de tope lo han acompañado desde siempre, por eso asegura que lo que ha vivido estos años no logran doblegarlo.

"A mí nada me resultó gratuito, cuando partes a la edad de 15 años trabajando, a cargo de la familia, te das cuenta que no tienes derecho a fallar porque si fallas no se come en esa casa, entonces tienes que ser ingenioso, buscar la creatividad de hacer algo distinto para vender más. En un principio me sentí como sapo en pozo ajeno, pero empecé a ver que se puede cambiar, que se pueden hacer las cosas bien", sostuvo.

¿Y qué viene ahora?. El jefe comunal no descansará hasta ver concretados el Hospital Biprovincial Marga Marga y el Velódromo o Parque Deportivo, los grandes proyectos que están en proceso de iniciar su construcción.

- ¿Con esto se puede deducir que viene un cuarto periodo?

-Eso lo dijo usted, jajá.

Artículo académico adelanta terremoto de 8° en Valparaíso

El texto explica que la zona mantiene una gran cantidad de energía acumulada desde el año 1730.
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Matías Valenzuela

Sorprendentes fueron las conclusiones expuestas en un trabajo académico que se refiere a un inminente terremoto de 8° que se desarrollaría en Valparaíso en el mediano plazo.

El trabajo fue elaborado por un equipo de profesionales de la Universidad de Concepción, liderados por Marcos Moreno Switt, doctor en geodesia y académico del Departamento de Geofísica de la casa de estudios penquista.

El trabajo combina las estadísticas manejadas con GPS y la sismicidad observada en esta área, para concluir que desde hace años que se está acumulando energía que sería liberada en un sismo de grandes proporciones.

El docente explica que se localizó una zona de contacto superficial entre las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana, frente a Valparaíso, donde se observa un comportamiento mecánico que da a entender que están bloqueadas, es decir, están acumulando energía para un futuro sismo. Según datos históricos, estas zonas no han sido afectadas por un gran terremoto desde el 8 de julio de 1730. Se estima que desde ese año que se está acumulando energía.

"Cuando una aspereza entre placas está bloqueada, acumula energía elástica que será liberada en un gran terremoto. Producto de la constante presión debido a la subducción, las zonas más profundas que rodean la aspereza comienzan a torcerse produciendo sismicidad contínua", explica el geólogo, y agrega que los datos de sismicidad "nos ayudan a observar mejor la forma y tamaño de la zona bloqueada y, por lo tanto, estimar mejor de qué magnitud podría ser el terremoto; en definitiva, definimos mejor el riesgo sísmico de la zona".

Dentro de las conjeturas del trabajo académico, se toma el caso de Iquique como un episodio similar, del que se puede tomar nota. El año 2014, dicha ciudad sufrió un terremoto de 8,2°, y previamente se identificaron sismos pequeños que rodeaban el área que posteriormente se desbloqueó y que liberó la energía durante el terremoto, formando una media luna alrededor del lado Este y más profundo de la zona bloqueada.

De acuerdo a lo expuesto por los profesores de la Universidad de Concepción, en Valparaíso se está produciendo esa misma situación desde el año 2014, con temblores menores, también en forma de medialuna al lado Este y profundo de ambas zonas bloqueadas, entre las que se incluyen los llamados enjambres sísmicos y el sismo 6,9° de abril de 2017.

Además, otros trabajos de este mismo grupo de científicos sugieren que la acumulación de energía sísmica puede aumentar después de un terremoto en áreas cercanas, como es el caso de las zonas sur y norte con los terremotos de 2010 (8,8) y de 2015 (8,3), "por lo que ambos terremotos pueden haber incrementado el potencial sísmico en la zona central de Chile", explicó Moreno.

Con todos estos antecedentes, el escenario esperable que plantea el escrito es de un terremoto que afectaría a una zona de unos 200 kilómetros de largo, que comprenden la zona costera de la Región de Valparaíso y la de Coquimbo hasta Los Vilos. Se estima que el sismo alcanzaría los 8°, pero puede llegar a los 8,5° en el peor de los casos.

"De esta manera, el escenario más negativo es que se podría repetir un evento similar al de 1730 si se rompen juntas ambas zonas trabadas, pero si se destraba sólo uno de los dos segmentos bloqueados se podría generar un sismo similar al de Illapel, pero con alto riesgo de producir un tsunami por su ubicación superficial", explicó el profesor.

Una segunda opinión

Desde el grupo "Sysmos", comparten el análisis expuesto en el trabajo. Su director, Ariel Cesped, manifiesta que hace un tiempo que se viene barajando la opción de un temblor "inminente" en Valparaíso.

"Desde el año 2014 que se viene viendo este tema del aumento de la sismicidad en la Quinta Región, y el terremoto que hubo el año pasado, en 2017, si bien fue una válvula de escape, no fue tan grande como para liberar toda la energía", indica.

Sobre la tecnología con GPS, Ariel explica que están instalados entre las placas para indicar vía satélite su posición milimétrica, y cuando hay algún cambio de la placa Sudamericana, por ejemplo, esto queda registrado según la posición de los GPS, para establecer cuanto y en qué dirección se movió.

"Tiene una precisión de milímetros, entonces cada cierto tiempo se envían los datos, se recopilan y se puede ver cual es la 'deriva', ese es el término técnico, o sea, cuanto se mueve esta placa hacia el mar", ilustra.

En su trabajo, el director de Sysmos también ha concluido que en la zona hay un bloqueo de placas que está acumulando altas cantidades de energía.

"Valparaíso se está moviendo varios milímetros al año hacia el norte, eso es una prueba inequívoca de que está bloqueado, si no estuviera bloqueado, la curva del gráfico no tendría pendiente, sería una recta", reflexiona.

Sobre los posibles plazos para "esperar" el movimiento telúrico, Ariel señaló que no se tiene una fecha claramente establecida. "Puede ser mañana o en cuatro años más", comentó. No obstante, señaló que se manejan rangos de tiempo de acuerdo a trabajos realizados con el algoritmo M8.

"La posibilidad de un evento superior al grado 8 en el área de Valparaíso es prácticamente de un 100%, y el plazo para que ocurra esto debería ser hasta el 1 de enero de 2021", manifestó.

Centro de sismología

Desde el Centro de Sismología Nacional, su director, Sergio Barrientos comentó que "este tipo de estudios con GPS se han hecho desde los años 90, así que ya se tienen algunos antecedentes. El centro sismológico tiene instalado estos GPS a lo largo de todo Chile".

Sobre la tesis expuesta en el documento, indica que "Lo que hace este estudio es decir 'bueno, hay una acumulación de energía porque las placas están más trabadas en ciertos lugares', eso, suponiendo que la Tierra se comporta de una forma que tenemos más o menos definida".

El sismólogo señala que históricamente la zona central ha sufrido varios terremotos, enumerando los que ocurrieron en 1647, 1730, 1822, 1906 y 1985 como los más grandes.

"Dependiendo de cómo se tome la estadística, a pesar de que hay tan pocos números, uno puede calcular que cada 80 años hay un terremoto en la zona central de Chile. No obstante, es tan pobre la estadística, que eso perfectamente puede ser cambiado", aclara.

El director del CSN advierte que es complejo reducir el análisis a una fecha, pues el temblor podría ocurrir en cualquier lugar, en cualquier fecha.

Del mismo modo, habla de los terremotos de profundidad intermedia (Chillán 1939, Calama 1950 y Tarapacá 2005), los cuales no poseen las características previas que se mencionan en el estudio referido en este artículo.

"Terremotos de este tipo van a seguir ocurriendo en el futuro, y tenemos que estar siempre preparados, uno 7,5 puede ocurrir en cualquier parte, y puede producir daños importantes. Son muy pocos los casos, hay algunos como el de 2010, que no presentan este tipo de antecedentes, entonces es difícil encontrar una receta que pueda ser aplicada a todos los terremotos", concluye.

En todo caso, el sismólogo valora este tipo de estudios emanados desde la academia que estudian científicamente las características de los sismos en Chile.

"Cualquier aporte, cualquier estudio le sirve a todos, cualquier antecedente adicional que uno pueda recoger ayuda muchísimo", finalizó.