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Tras sufrir todo el año...

Everton tuvo su peor año -en términos futbolísticos- desde la llegada del Grupo Pachuca. Un plantel corto y falto de variantes, dos técnicos al mando y una magra campaña que los tuvo 15 fechas en zona de descenso, marcaron su 2018.
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Manuel Gómez Poblete

Finalizado el triunfo ante Palestino del pasado 24 de noviembre -y con más de 12 mil hinchas en las tribunas del Sausalito- Everton aseguró gran parte de su permanencia en la Primera División del fútbol chileno. Hubo festejos y abrazos... y se entiende, ya que los "Oro y Cielo" estuvieron en 15 de las 30 fechas del campeonato, en zona de descenso.

Y por lo mismo, que por el simple hecho de mantener la categoría... no se puede hablar de un buen año para Everton. Es cierto, el público se cuadró con el equipo y a nivel de series menores -especialmente en la Sub 19- Everton arrasó. Pero en lo que más repercute... el primer equipo, hubo gruesas fallas y errores que terminaron con la partida de Pablo Sánchez e incluso de Ignacio Hierro, el director deportivo que colocó el Grupo Pachuca en la Ciudad Jardín.

Para el 2019, esperamos, corran vientos mejores en el ever for ever...

pablo sánchez fue perdiendo sus "vitaminas"

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La primera etapa de Pablo Sánchez al mando de Everton, no fue nada de mala. Una final de Copa Chile -que le sirvió para acceder por primera vez a una Copa Sudamericana (instancia en que los viñamarinos fueron eliminados en los penales por Patriotas de Tunja, en Colombia) y un más que aceptable Torneo de Transición 2017, en donde Everton peleó el título y quedó 4to en la tabla general, hacía presagiar un futuro estable para el técnico rosarino.

No obstante, y junto con la conformación del plantel 2018, que comenzaron los problemas de "Vitamina", el cual, confiado en los resultados anteriores, no se reforzó convenientemente. De hecho, para reemplazar a los 5 que partieron, sólo se fichó al meta Leonardo Figueroa, junto a Ignacio Ibáñez y Marco Bueno... ninguno de los tres rindió. Y tras ello, problemas personales -sumado a un marcado bajón en sus jugadores- terminaron con "Vitamina", fuera de la banca Oro y Cielo.

torrente llegó para salvar el buque, nada más...

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Ya sin Pablo Sánchez en la banca de Everton, el presidente Cedillo -y el Grupo Pachuca- se vieron en la obligación de traer a un técnico que levantara el ánimo del plantel y, por sobre todas las cosas, sumase los puntos necesarios para salvar a Everton del "fantasma" del descenso. Y el elegido fue el también argentino Javier Torrente, un viejo conocido del conglomerado azteca, quien, para la rueda de revanchas... sólo podía recurrir a tres refuerzos.

Sin Lucas Mugni, que ya tenía arreglada su partida a Lanús, el técnico "cortó" de inmediato a Eduardo Lobos y al "Leo" Figueroa, goleros que no estaban a la altura del club. Su elegido para custodiar el arco fue el uruguayo Franco Torgnascioli, quien se lesionó y hubo que recurrir a Toselli. En los otros refuerzos... Lucas Domínguez y Alvaro Ramos, no le apuntó mucho. Sin embargo, el repunte que tuvo Everton -en especial, tras la derrota ante la UC- le permitieron a Everton, salvar la categoría.