Claudio Morales Salinas - La Estrella de Quillota - Petorca

Tras el increíble segundo semestre del 2017, con salvación y ascenso en un mismo paquete, Unión La Calera y Víctor Rivero debieron afrontar el desafío de competir en Primera y no desentonar en el intento.

Dejando una base del plantel ascensorista, el DT calerano consiguió que le trajeran un grupo de jugadores foráneos que jerarquizaron la estructura del equipo. Los trasandinos Pablo Alvarado y Mariano Barbieri, más el uruguayo Ángel Rodríguez contribuyeron a darle el soporte a una fuerza colectiva que también halló energías frescas en el volante Yonathan Andía.

Pero el verdadero salto de calidad fue gracias al portero Gabriel Arias, y sobre todo, al delantero Brian Fernández, quien relanzó su carrera en cinco meses. Desequilibrante por sí solo, el formado en Racing anotó 11 goles en 12 partidos y se transformó en el estandarte de un conjunto calerano que peleó en el podio del torneo.

Alcanzó justo

El envión solo duró seis meses. Sin Arias ni Fernández, el rendimiento decayó de tal forma, que a Rivero se le escapó el manejo del equipo (perdiendo el cargo) y a los delanteros se les mojó la pólvora de manera dramática. En definitiva, el punto rescatado en la última fecha ante Unión Española, junto a la gran cuenta de ahorro, sirvió para instalar por primera vez a Unión La Calera en la órbita continental.