Matías Valenzuela
Ayer se realizó una toma masiva del test rápido del VIH en Valparaíso, a la que asistieron cientos de jóvenes. Para hablar del tema con conocimiento de causa, me sometí al examen, y esta fue mi experiencia.
La fila empezaba en la playa Portales, y terminaba casi llegando a la línea del metro. El primer paso es entregar los datos básicos (nombre, edad, dirección, etc.), después se llena un formulario con esta misma información y se firma para decretar la autorización a que se realice el test.
Luego de eso, hay que esperar a que te llamen los especialistas. Puede ser un enfermero, un tens o un químico farmacéutico. Llegó mi turno y entré a una pequeña carpa dividida en dos por un biombo. La químico me recibió y me invitó a tomar asiento. A mi lado estaba el seremi de Salud, Francisco Alvares, y otras autoridades locales (entraron solamente porque yo autoricé que vieran el proceso. El resto de las personas estaban en completa privacidad).
Con una pequeña aguja contenida en un tubo plástico me tomaron la medida en la yema de mi dedo anular, mano izquierda. El primer intento no funcionó, porque tenía las manos muy frías y no se alcanzaba a irrigar sangre a los dedos.
Me pidieron que empuñara y soltara la mano, que me las frotara con fuerza y que la mantuviera hacia abajo. Dos pruebas más y tampoco funcionó. En la última vez, tuve que parar la mano y dejarla caer. La gravedad me ayudó, esa vez sí funcionó.
Inmediatamente, quedamos solos en la habitación, porque la privacidad es fundamental a la hora de realizar la prueba.
La químico dejó caer la gota de sangre en la prueba, y le agregó dos gotas de "Buffer" un líquido que ayuda a que la muestra sea bien interpretada.
En ese punto se pone en marcha un cronómetro, literalmente, y se esperan los 15 minutos. Ese rato es aprovechado para dar información relevante: las vías de contagio, los métodos de protección, y la posibilidad de tratamiento en caso de que el resultado sea positivo.
Termina el tiempo, y la especialista revisa el test, una rayita para resultado "no reactivo" (no hay VIH), y dos rayitas para "reactivo" (si hay VIH). Si tocara el segundo caso, se toma una muestra intravenosa, cuyo resultado se entrega en algunas semanas.
Tras el examen, recibes un comprobante, sin nombres ni identificaciones, en el que se detalla el resultado del test. Las únicas personas que se enteran de esto son el o la joven testeado/a y la especialista que te atendió.
Este test rápido entrega el resultado en 15 minutos, y es válido desde tres meses antes de la muestra. Ya está disponible de forma gratuita en todos los establecimientos de salud pública.
Campaña nacional
La jornada de ayer se enmarca en una campaña nacional del Minsal que implica la coordinación de diversas actividades para acercar el diagnóstico a la población mediante el llamado "Test visual".
En la oportunidad, el seremi de Salud, Francisco Álvarez, indicó que "vamos a incentivar no solamente a que las personas se hagan el test de VIH rápido en los consultorios, sino también vamos a salir a la calle tal como en el día de hoy estamos en la Caleta Portales y durante todo el verano".
Por su lado, el director del Servicio de Salud Valparaíso- San Antonio, Eugenio de la Cerda, destacó que desde el 31 de diciembre del 2018, todas las comunas de la jurisdicción del Servicio de Salud Valparaíso - San Antonio están realizando la toma de test rápido de VIH.