No es casualidad que Vania Vega Marileo, viñamarina de 13 años de edad, se dedique al básquetbol con tanta pasión. Toda su familia ha estado ligada al deporte -su padre y su hermano mayor juegan fútbol y su madre también practica baloncesto - y, pese a su corta edad, tiene bien claras las cosas: compatibilizar el deporte con los estudios.

Eso sí, su carrera se inició lejos de los aros y los gimnasios. Su hermano mayor juega hace tiempo en cadetes de Santiago Wanderers, y en una de las tantas veces que lo acompañó, decidió probar suerte en el fútbol. Como resultado, la dejaron inscrita en el club verde con apenas 8 años, donde jugaba con puros niños, siendo la única alma femenina en el equipo. Pero fue el juego brusco de sus compañeros lo que la terminó cansando y decidió optar por nuevos horizontes, fuera de las canchas de pasto.

Fue así que, guiada por su madre, llegó al club de básquetbol Forestal de Viña del Mar. En esa institución se encontró con el reconocido jugador y director técnico Miguel Villanueva, a quien define como su gran motivador en este deporte.

"Ahí fue donde me enseñaron todo lo principal con el entrenador Miguel Villanueva. Ellos me enseñaron todo lo que sé del básquetbol". Su madre agrega orgullosa al relato que "él era un grande en el básquetbol y siempre decía que Vania iba a llegar a una selección, cuando ella tenía 11 años".

Luego de una enriquecedora etapa en el Club Forestal, Vania pasó a jugar por el Club Cultura Física en 2016. Desde ahí, su ascenso ha sido importante, consolidándose tanto a nivel personal como grupal, ganando diversos torneos y siendo elegida en varios de estos como la mejor jugadora de los mismos. Esto la llevó a ser nominada a la Selección de Viña del Mar, plantel con el que también ha destacado. "En el campeonato de Viña también fue la mejor jugadora de proyección. Tenía 11 años y estabas en la Sub 13", agregan sus padres.

Estudios y el deporte

Desde prekinder estuvo en el Colegio Hugo Errázuriz pero el año pasado la cambiaron al San Ignacio de Miraflores para jugar por el equipo de ese colegio. Ya antes había jugado como refuerzo en el San Ignacio y, por lo mismo, le ofrecieron trasladarse oficialmente para que estudiara y jugara en el mismo establecimiento.

Pese a todo, Vania, quién cursará primero medio durante este año, demuestra una gran madurez a la hora de proyectarse en este deporte y sobre sus expectativas para el futuro, señala: "No tengo muchas en verdad. Si el básquetbol me abre las puertas más adelante las voy a aceptar. Pero si no las tengo, yo quiero dedicarme a estudiar. Me gustaría estudiar Kinesiología o Traumatología".

Vania entrena todos los días después de clases, en un viaje desde su colegio al Forestal. A pesar de que lo encuentra un poco agotador, confiesa que está acostumbrada y su esfuerzo ya ha visto sus primeros frutos. Vania ya entró a la prenomina de la Selección Nacional Sub 15, comandada por Juan Miranda Brenet y Francis Huerta.

Un desafío relevante dado que el equipo es el actual monarca sudamericano de la categoría, tras alzarse con la copa el año pasado al derrotar en la final a la escuadra ecuatoriana.

Jugando en la prenomina, Vania ya ganó la Copa Infinito disputada en Talcahuano durante la primera semana de enero, competencia de la que además salió la mejor jugadora y parte del equipo ideal.

El próximo objetivo de Vania está en poder disputar el Sudamericano con la Selección Sub 15 que se desarrollará en noviembre y dónde deberán defender el título conseguido con anterioridad.

Lucas Suárez Torres

La Estrella de Valparaíso.