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[Cultura Urbana]

Pida prestado un libro y haga su viaje en el Metro

Hoy se inaugura el primer Bibliometro fuera de Santiago y la Región de Valparaíso tendrá los tres primeros: Estación Puerto, Viña y Limache.
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Priscilla Barrera Ll.

Disfrutar del paisaje ya es una buena alternativa para relajar la jornada y hacer menos tedioso el viaje de regreso a casa. También lo puede ser la música, pero qué mejor que aprovechar el tiempo y estimular el intelecto, leyendo una buena novela o aprendiendo sobre Astrofísica.

Ahora Metro Valparaíso agrega una excelente alternativa que aporta a la educación y la cultura, poniendo a disposición de sus usuarios 3 mil libros que estarán disponibles, a contar de hoy en las estaciones Puerto, Viña y Limache.

Todo esto gracias al convenio entre el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (en representación de Bibliometro) y Metro Valparaíso, iniciativa que se oficializa hoy a las 13 horas, con la inauguración del primer Bibliometro en regiones, siendo la Estación Puerto la escogida para dar el vamos a esta anhelada propuesta.

Extender a regiones los servicios de Bibliometro había sido un antiguo sueño de este programa nacido el año 1996 en la Región Metropolitana.

Ya en 2011 se hicieron las primeras gestiones y estudios de las estaciones donde se proyectaría instalar módulos de préstamo de libros, pero fue en 2018 cuando este anhelado proyecto se concretó con la firma de un convenio entre el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural y Metro Valparaíso.

"Desde su inauguración -en 1996- a la fecha, Bibliometro suma en sus registros más de 258 mil usuarios inscritos, y ha realizado más de 5 millones de préstamos. Además esta experiencia ha traspasado fronteras replicándose en Colombia, España y Panamá. Por eso estamos muy contentos con este nuevo paso, para amplificar un servicio relevante, exitoso y muy valorado por la ciudadanía", destacó la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés.

Tres primero

El convenio estableció como primer paso la habilitación de módulos de Bibliometro en las estaciones Limache, Viña del Mar y Puerto (Valparaíso), para luego de su implementación en enero de 2019 comenzar desde ya a evaluar la posible extensión de estos servicios a otras comunas como Quilpué y Villa Alemana, que también cuentan con estaciones de pasajeros.

"Nos llena de orgullo ser protagonistas en esta gran iniciativa que acerca los libros a las personas y les ofrece la oportunidad de soñar y ampliar horizontes en el viaje de la lectura. Por eso, desde la firma del convenio, hemos trabajado de la mano con el Servicio Nacional Patrimonio Cultural para materializar este proyecto en nuestras estaciones de Limache, Viña y Puerto. Sabemos que la construcción de los módulos ha generado expectativa entre nuestros usuarios y usuarias, así que estamos seguros que van a responder con entusiasmo a la invitación de subirse al carro de la lectura", comentó el presidente de Metro Valparaíso, Francisco Bartolucci.

El proyecto de Bibliometro en Metro Valparaíso consideró una inversión cercana de 120 millones de pesos, 75 millones en mobiliario y 25 millones en libros. Además se considera el trabajo de cinco funcionarios en los puntos de préstamos habilitados, lo que significa un gasto mensual promedio de 3.2 millones de pesos.

El policlínico de los libros

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Visión del tigre

"Y luego aprendimos que las cosas no tienen y nunca tendrán un orden definido". La frase, que está al final del primer párrafo de Bicicletas oxidadas, el relato que abre el libro de cuentos del periodista Nicolás Sepúlveda (Concepción, 1982), resume de alguna manera el ethos de Visión del tigre. El derrotero que siguen estos relatos escapa, en efecto, de la narrativa tradicional para instalarse en un terreno colonizado por Cortázar en los años 50 y 60, esto es, lo fantástico, lo inexplicable, lo surrealista. Así, en el cuento ya citado, un padre va en la búsqueda de un hijo cuya figura fantasmagórica nos obliga a preguntarnos una y otra vez sobre su supuesto destino: ¿estará vivo, estará muerto? Una vieja bicicleta oxidada opera como nexo entre dos mundos, el del orden definido y el entrópico.

Distintos personajes, animales u objetos rompen de esta forma la lógica diegética de los relatos, sacando a sus protagonistas de la rutina diaria. En el cuento que le da título al libro, un joven bibliotecario se encuentra una mañana con un tigre, en la entrada del vagón del metro. El animal es una epifanía del propio destino del bibliotecario: un destino que fue salvaje, pero que hoy está domesticado, marcado por la resignación (¿existirá algo más antiguo, estructurado, lento, que una biblioteca en tiempos de un desarrollo tecnológico que amenaza con devorarlo todo?). La reproducción de una extraña pintura colgada en la oficina del bibliotecario opera como nexo entre esta epifanía y la realidad, representada por una mujer mayor, obstinada en traer al joven de vuelta al mundo real.

En La máquina que mueve al mundo, el narrador nos lleva a un tiempo futuro para contarnos la historia de Franz, funcionario al interior de una "máquina" donde la noción de tiempo no existe y las relaciones sociales están limitadas a su mínima expresión. La rutinaria existencia de Franz, marcada por un clima sofocante y orwelliano, se quiebra cuando aparece Beatriz para luego desmoronarse definitivamente al descubrir ambos el motor que mueve a la máquina. El motor es la epifanía del sistema social y económico como base de toda sociedad: descubierto el motor es posible su destrucción.

Los cuentos de Sepúlveda están marcados por la atemporalidad, el sino trágico de sus personajes, la sombra de la muerte acechando en cada una de las siete historias que componen el libro. Domina en ellas, incluidas las distópicas, la sensación de estar accediendo a tiempos pretéritos.

"Los cuentos de Sepúlveda están marcados por la atemporalidad, el sino trágico de sus personajes, la sombra de la muerte acechando en cada una de las siete historias que componen el libro"."

título: Visión del tigre

Autor: Nicolás Sepúlveda

editorial: Libros de Mentira