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Con pistola dos "volaos" asaltaron local de cannabis

Golpearon a empleado, sustrajeron dinero y 45 paquetes con semillas de variedades de marihuana.
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Fabián San Martín D.

Con un botín de un millón 600 mil pesos en dinero y especies escapó una dupla de antisociales, que a mano armada atracó un local especializado en venta de semillas de cannabis sativa.

Cerca de las 19.20 horas del miércoles, dos veinteañeros a rostro descubierto, que usaban jockeys y lentes de sol, entraron a un "growshop" ubicado en la calle Rancagua. Apuntaron al encargado del local, Fabián Miranda, a quien le pegaron en la cabeza con la empuñadura de una pistola y lo obligaron a lanzarse al suelo.

"Me dieron golpes de puños y pies cuando estaba en el piso. Me tuvieron todo el rato apuntándome a la cabeza. Fue bien violento el actuar de los sujetos", señaló el trabajador.

Mientras estaba inmovilizado, los hampones recorrieron el negocio y se apropiaron de unos 45 paquetes con semillas de distintos tipos de cannabis sativa, además de pipas, extractores de aire, moledores, papeles y dinero de la caja registradora.

Los delincuentes se dieron el tiempo de salir del negocio y cargar los bienes sustraídos en un vehículo con un tercer sujeto que estaba al volante. El asalto duró cerca de siete minutos y quedó registrado en las cámaras de seguridad del establecimiento.

Labocar y os-9

Una vez que escaparon la víctima dio cuenta a carabineros de la Segunda Comisaría Central, los que realizaron patrullajes sin resultados.

El fiscal de turno, José Miguel Subiabre, instruyó la concurrencia de funcionarios de las unidades especializadas OS-9 y Labocar Valparaíso, para la entrevista a la víctima y eventuales testigos, el levantamiento de las imágenes de las cámaras de seguridad y la elaboración de retratos descriptivos de los hampones.

Labocar levantó huellas dactilares que dejaron los antisociales en las vitrinas, ya que no tomaron la precaución de utilizar guantes.

De acuerdo a Fabián Miranda, no es primera vez que el negocio sufre un delito similar, en un sector que entrada la noche es solitario y con escasa vigilancia policial.

El joven considera que el asalto fue planificado con antelación, ya que recuerda días antes e incluso horas antes de la comisión del ilícito, uno de los asaltantes simuló ser cliente e ingresó para preguntarle por algunas semillas de cannabis sativa.