Nueve años lleva viviendo en Villa Alemana la cantante Solange Flores Díaz. "El amor me trajo acá", cuenta, quien se alzara como ganadora del Festival de la Nueva Ola 2019 con una impecable interpretación de "Libre", la icónica canción de Nino Bravo.
Historia de amor
Canciones propias
Solange cuenta que a muy temprana edad partió su inquietud musical y rápidamente se dio cuenta de que sería su "leit motiv". "A los 11 años le pedí a mi papá que me regalara una guitarra. Como no sabía mucho, se le cortaron las cuerdas, pero yo igual la tomaba y me ponía frente al espejo a cantar. Le compraron después las cuerdas y aprendí a tocar bien", rememora.
Siempre muy histriónica, entretenía a su familia con los shows que armaba en el patio de su casa, donde instalaba un escenario, se hacía un micrófono y se ponía a cantar, temas de Pimpinela, especialmente.
En la adolescencia quiso tomar clases de canto, pero el dinero no sobraba en su familia. "Mi mamá tenía un puesto en la feria y me llevaba con ella a trabajar. Lo que me pagaba yo lo juntaba para pagar las clases. Un amigo de la familia, que es profesor de música, me enseñaba una vez a la semana y yo le pagaba una cifra mínima", recuerda.
Luego siguió sus estudios en la Casa de la Cultura de Lo Prado y se incorporó a un grupo folclórico que el mismo profesor tenía y donde permaneció diez años. "A los 21 años comencé a trabajar y ya tenía mis ingresos. Ahí entré a la academia de Luis Jara y estudié canto, danza, teatro, interpretación y cómo elegir mi repertorio", cuenta.
Su desplante y manejo sobre las tablas, fueron las características que llamaron la atención del jurado del pasado festival. La noche final del certamen, apareció con un blazer amarillo, humita y el pelo tomado en un moño, como diciendo "aquí estoy yo".
En su carrera -que tuvo una pausa cuando nacieron sus hijas- ha cantado con diversas orquestas, en restoranes y eventos. Además no se pierde festival veraniego. A algunos va como invitada, en otros de jurado y en la mayoría como concursante. En el Festival de la Nueva Ola había participado tres veces antes (siempre llegó a la final) y recién este año resultó ganadora.
Mientras cantaba en un evento en Santiago la escuchó quien hoy es su esposo. Quedó maravillado con su talento. "Me empezó a motivar, me ayudó a elegir el repertorio y a probarme en otros lugares como restoranes y parrilladas. Él es un motor importante dentro de lo que hoy hago. Me empezó a acompañar. Todo lo que hago como show se lo debo a él", reconoce la artista.
Su marido es funcionario de Carabineros, nacido y criado en Villa Alemana. "Pololeamos poquito, como tres meses. Nos casamos y me trajo a Villa Alemana", cuenta Solange. De eso ya han pasado 9 años.
Su pareja está tan involucrada en su trabajo, que el atuendo que utilizó en el Festival de la Nueva Ola tiene mucho de él. "Un día se me ocurrió vestirme con un traje de hombre, pero sin perder mi femineidad, y él me apoyó. Le gustó la idea".
Si bien Solange se ha hecho conocida por interpretar baladas románticas conocidas por el público, su desafío siempre ha sido ponerse su sello propio. Nada de hacerlo tal cual como el intérprete original. "Siempre he querido ser yo misma", advierte.
También escribe sus propias canciones. De hecho, le gustaría llegar a festivales con temas de su autoría y ojalá editar un disco. Ella no se apura en realizar todos sus planes, reconoce que primero está su familia. Si tardó cuatro festivales en ganar el Molino de Oro, qué más da continuar su carrera a paso lento, pero seguro.