Guionista porteño ofrece un curso para enseñar a hacer reír
Para futuros comediantes, aficionados del stand up o para el payaso de la oficina. En cuatro sesiones, promete sacarle el humorista que todos llevamos dentro.
Este es un curso donde el profesor no podría retar al payaso del salón por andar lanzando chistes con sus compañeros, sobre todo si son buenos. Este lunes, en Viña del Mar, comienzan las clases de stand up comedy.
Luis Ramos, conocido en los escenarios por su nombre artístico "Savantdija" es un porteño que se preparó durante su juventud para ser ingeniero, pero en un momento de su vida, decidió dedicarse al siempre difícil arte de hacer reír, y así se ha ganado la vida los últimos años.
"Yo soy ingeniero informático de profesión, y hace cinco años me salí totalmente de la informática y me lancé en esta cosa de la comedia, partí probándome, equivocándome, siendo fome al principio, pero como soy obsesivo empecé a conseguirme libros y a ver comediantes extranjeros para ir aprendiendo, y empecé a mejorar como comediante y como escritor, hasta que rápidamente me empezó a llamar gente para que los ayudara con los libretos", cuenta.
Afirma que actualmente colabora como guionista de libretos de distintos comediantes de stand up, destacando a a Juan Pablo López, quien se presentó en el Festival de Viña el año 2017. Como comediante, ha actuado en diferentes bares y salas de teatro, de los que se destacan el desaparecido Teatro Alcalá, Sala MET en Valparaíso, Bar Comedy, Restaurante y espacio cultural Cachafaz y Bar "Radicales", en donde ha compartido escenario con importantes representantes de la comedia como Chiqui Aguayo, Bernardita Ruffinelli, León Murillo, Rodrigo González, Mauricio Medina, Vanesa Miller y Sergio Freire.
Las clases
"Savantdija" también fue profesor antes de entrar al humor, así que ya tenía experiencia enseñando, y quiso aprovechar eso para empezar con cursos de stand up comedy.
Partió como profesor el año 2016, y no ha parado hasta la fecha, cuenta que entre sus alumnos hay gran variedad: futuros comediantes, periodistas, aficionados, y gente que solamente tiene la inquietud de aprender a ser más gracioso.
"Hay de todo, periodistas que quieren aprender a escribir mejor, hay gente que quiere utilizar el humor en su vida profesional, gerentes, ingenieros, sicólogos, de todo. También está la otra parte de los cabros que están ilusionados con empezar a ser comediantes. He tenido cursos en que todos quieren dedicarse a esto, y unos en que solo uno tiene esas pretensiones", manifiesta.
Para asistir a las clases, no se requieren conocimientos previos, ni se selecciona a gente que ya tenga talento para hacer reír. El mismo profesor explica que el curso "está orientado para que cualquier persona, aunque no tenga idea de stand up, aprenda a escribir chistes y libretos en ese formato".
El humor por dentro
La pregunta viene de cajón. ¿Cómo puedo transformar en un humorista a una persona que no tiene ese perfil? Hacer reír es muy difícil, y enseñarlo suena más complicado aún.
Sobre esto, "Savantdija" explica que son habilidades que se pueden pulir y mejorar con su método de enseñanza.
"Yo creo que el humor no es un talento, es una habilidad, y por lo tanto, es adquirible. Yo me guío por el tema de las habilidades blandas, y el humor es una meta de habilidad blanda, cuando uno aprende humor está potenciando esas habilidades que quizás no estaban tan desarrolladas, lo que quiere decir que todo el mundo puede llegar a ser gracioso", afirma.
Adentrándose en lo técnico, el docente señala que la perspectiva y el perfil del alumno son claves para definir un estilo propio a la hora de hacer monólogos y chistes.
"El humor de stand up se resume básicamente en dos cosas: primero el punto de vista, yo en el escenario digo mi punto de vista personal respecto del tema, que puede ser un punto de vista muy raro, muy bizarro, pero es mi punto de vista. Lo otro es la empatía con el público, que ellos se identifiquen con nosotros", comenta "Savantdija".