Cinthia Matus O.
Mostraron su cédula de identidad, le falsificaron la firma, 17 veces intentaron que el lector reconociera su huella digital y le imitaron la voz por teléfono. De esta forma le robaron casi cuatro millones de pesos a Verónica Fernández, una viñamarina que vive en Reñaca y que nunca en su vida ha pisado el supermercado Líder de El Belloto.
Todo comenzó a mediados de diciembre, cuando un intenso dolor en el costado derecho de sus costillas, la llevó hasta la clínica Reñaca. Allí, le hicieron una serie de exámenes, en donde le dijeron que tenía una inflamación en el hígado por un quiste de agua que, según explica, "creció más de la cuenta".
Dada su gravedad, la internaron por tres días, y cuando llegó Navidad, le dieron el alta. Verónica Fernández regresó a la clínica los primeros días de enero para hacerse más exámenes. Entonces, extravió su carné. "Siempre he sido cuidadosa, pero por un examen en específico, no andaba bien física ni emocionalmente. Mi marido fue testigo de que ahí perdí mi documento", relata la viñamarina.
Usurpan su identidad
Sin embargo, Verónica Fernández no se dio cuenta de que había perdido su cédula de identidad hasta el siguiente lunes, cuando fue a retirar un examen a la clínica. "Les comenté que lo había perdido ahí y me fui tranquila, pensando que me llamarían. Después seguí con mi rutina de todos los lunes: ir al Líder de 15 Norte, para aprovechar el descuento de 6% que hacen al pagar con la tarjeta Líder Mastercard. Como nunca me endeudo, lo que hago es usar la tarjeta y después pagar al tiro la cuota", explica la mujer.
Al momento de hacer la transacción, en la caja le dijeron que no se podía llevar a cabo porque su tarjeta estaba inhabilitada. "De inmediato tuve un mal presentimiento y pregunté al encargado de finanzas. Revisaron el sistema y me dijeron que había sacado una millonaria suma el fin de semana, pero yo nunca hice eso", comenta la víctima del fraude.
El domingo 13 de enero, los desconocidos se hicieron pasar por ella y pidieron un avance por $3.186.000. Al día siguiente repitieron la operación, pero por la suma de $600.000 y compraron $70.000 en la tienda Ripley. Verónica Fernández le insistió a los ejecutivos que ni siquiera conocía el supermercado de El Belloto y que nunca la llamaron por teléfono. Así que un poco mareada, llamó a su esposo y se comunicaron con un estudio jurídico. El abogado Juan Andrés Peirano se refiere al caso. "Para pedir explicaciones por lo sucedido, se concurrió a las oficinas del Líder El Belloto, en donde no nos quisieron entregar copia de los contratos de mutuos que se habían firmado para la obtención de los créditos, ni tampoco de los registros de las cámaras de seguridad. Nos dijeron que todo sería entregado a la Fiscalía después de una investigación interna, y que no responderían con la devolución de dichos fondos sustraídos", explica Peirano.
Por esta razón, interpusieron una querella por estafa y falsificación en el Juzgado de Garantía de Quilpué, que fue declarada admisible (ver recuadro). Verónica Fernández, en tanto, sólo espera que se haga justicia, ya que además de su enfermedad, está sufriendo crisis de angustia.