Parlamentarios de distintos partidos se encontraban realizando gestiones para aplazar la elección de gobernadores, sin embargo, el ministro del Interior afirmó recientemente que el Gobierno no tiene ninguna intención de hacerlo.

Así y todo, cabe recalcar que, si bien la medida de postergarlas es impopular, es también necesaria. Elegir, por popular que sea, una autoridad que no tenga poder político es un despropósito y sólo sirve para desprestigiar la descentralización y la política.

La descentralización política se nutre del traspaso de poder y éste se alimenta de las atribuciones y de los recursos disponibles, elementos con los que nuestro nuevo Gobernador Regional no cuenta.

La legitimidad política se basa en parte en la capacidad de lograr cambios. Tomémonos el tiempo de promulgar una ley que realmente le entregue poder a nuestras regiones. Si es necesario esperar un poco más, entonces esperemos, pero no elijamos a una autoridad que en definitiva parece no tener poder alguno.

Florencia Serra Mora

Al Sr. Vargas, quien dice vivir en Curauma, quiero aclararle dos cosas, que él vive en Placilla de Peñuelas y no Curauma. Que ahora las personas que habitan en ese sector le llamen Curauma es porque se lee o suena más bonito.

Curauma fue una empresa constructora que ya no existe, que construyó las primeras casas en los alrededores de Placilla muy cerca hoy de un supermercado, a posterior, otras constructoras empezaron su construcción desenfrenadamente, cambiándose el nombre de Placilla a Curauma, en realidad suena más bonito ahora, pero sigue siendo Placilla de Peñuelas.

En segundo lugar, donde vive el Sr. Vargas ahora, hace un par de años eran bosques, verdes muy lindos, le pregunto cuando él se fue a vivir a ese sector, pensó que donde está su casa actual o la de sus vecinos, eran bosques. Habrá hecho algo para reforestar o pedirle a la constructora algo similar.

E.Z.V.

El partido está a punto de terminarse, los que tenían que pronunciarse ya lo han hecho y, a pesar de esto, a última hora, acabándose la segunda mitad del alargue y justo antes del riesgo de enfrentarse a los penales jugando por el equipo perdedor, Revolución Democrática, el partido fantasma del Frente Amplio, la extrema-izquierda, decide desmarcarse de la dictadura de Maduro, pasarse al equipo que condena su tiranía y así poder sacar rentabilidad política de la caída de Maduro antes que el daño por el colapso de ese régimen totalitario les rebote a ellos. La izquierda dura tiene estas gracias, ellos apoyan, generan, integran y conducen tiranías hasta que su hundimiento es inevitable y aledaño, momento en que clavan el puñal por la espalda y abandonan el barco, salvándose solo para luego volver a apoyar, generar, integrar y conducir dictaduras, repitiéndose el proceso. Queda claro que el entrampamiento de la izquierda radical en medias tintas es voluntario mientras le conviene, pero la crítica situación de Venezuela no admite dobles estándares, no está para eufemismos cínicos ni ciegos, porque hay un país, hay familias y hay personas de por medio que se están muriendo. Maduro es un tirano y el pueblo tiene el deber moral de sacudirse a los tiranos, hay que ejercer el derecho a la rebelión del que hablaba Locke.

Hernán Felipe Páez H.