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[Cultura Urbana]

Diamela Eltit repasa la historia del voto femenino

La escritora, Premio Nacional de Literatura, estará el sábado en la Feria del Libro de Valparaíso.
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Aunque hoy discutimos acerca de las cuotas de paridad y la representación de mujeres en cargos públicos, hace 70 años, apenas un par de generaciones atrás, las cosas eran bien diferentes en Chile. Para qué decir hace un siglo, cuando las mujeres todavía luchaban por estudiar o trabajar fuera de la casa.

En este lapso, Chile vivió un cambio. Por primera vez, las mujeres podían acceder al voto universal, un derecho que les había estado vedado desde los comienzos mismos de la república.

La cronología del proceso se inicia hacia fines del XIX, con los primeros movimientos emancipadores de mujeres en Chile. Para 1931, por primera vez las mujeres pueden votar, pero solo en las elecciones municipales.

Hacia la primera mitad del siglo XX, surgen numerosos partidos y agrupaciones políticas de mujeres, que compartían un objetivo: el voto universal femenino. Recién en diciembre de 1948, tras un arduo trabajo, el parlamento aprobó la ley, que fue promulgada el 14 de enero de 1949 (hace 70 años), y en 1950, las mujeres de Chile por primera vez pudieron votar en las elecciones presidenciales y legislativas.

Parte de este proceso es el que recoge la escritora Diamela Eltit en su libro "Crónica del sufragio femenino en Chile", un texto que es considerado fundamental para conocer esta etapa de nuestra historia política.

El libro fue editado en 1994 por el entonces Sernam y contó con la documentación realizada por la propia Eltit y la investigación fotográfica de la destacada artista Lotty Rosenfeld.

En sus páginas, entrega un panorama sobre las mujeres en Chile a partir del siglo XIX, las organizaciones políticas femeninas, las sufragistas y mujeres claves en el movimiento, como Amanda Labarca y Elena Caffarena, incluyendo discursos y entrevistas. También recoge fotografías del sufragio y la participación política femenina en Chile en el siglo XX.

Nueva edición

Este valioso documento fue reeditado en 2018 por la editorial porteña Libros del Cardo y será el evento central de la próxima versión de la Feria del Libro Independiente de Valparaíso, donde la propia Diamela Eltit, Premio Nacional de Literatura, encabezará un coloquio en torno al tema, este sábado 9, a las 18.00 horas, en el auditorio del Centro de Extensión (Centex) del Ministerio de las Culturas, ubicado en Plaza Sotomayor.

"La importancia para nosotras en reeditar esta crónica es exhibir una historia invisibilizada de la búsqueda de las mujeres por el derecho al voto y todas las vicisitudes que debieron afrontar para lograr una igualdad de derechos frente a las elecciones parlamentarias", señala Gladys González, editora de Libros del Cardo.

"Este libro no apunta a formular una historia, sino a recoger ciertos hitos sufragistas que se han configurado con nitidez en estos años recientes gracias a la labor constante de especialistas y que demarcan un hecho fundamental como es ejercer, por parte de la mujer, el derecho a sufragio universal", agrega.

La feria

La actividad se enmarca en la 15° versión de la Feria del Libro Independiente de Valparaíso, un evento que se ya se ha consolidado en la zona y que reúnen a diversas editoriales independientes chilenas, talleres y agrupaciones en torno al libro y la lectura.

La feria se realiza periódicamente, con varias versiones en el año y la entrada es liberada, tanto para visitar los stands como para participar del programa de actividades.

La próxima versión se realizará este fin de semana -sábado 9 y domingo 10 de febrero-, en el Centex de plaza Sotomayor. El sábado, la feria funcionará de 11.00 a 21.00 horas y el domingo, de 12.00 a 20.00 horas.

En el programa también destacan el coloquio "Las posibilidades de la dramaturgia más allá de la escena", donde participarán representantes de renombradas agrupaciones de las artes escénicas del país (sábado, 17.00 horas), y la exhibición de videocuentos con audio descripción para niños ciegos e interpretación en lengua de señas para niños sordos (domingo, 12.00 horas).

Sibaritas

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Un lugar para volver

Me tocó visitar Glasgow Pub, en Viña del Mar. Principalmente, lo que me gustó del lugar es que tiene una barra generosa, de selección dedicada y una carta con una oferta precisa de tablas y pizzas, ideal para pasar un buen rato la noche del sábado.

Llegamos cerca de las 22.00 horas y nos sorprendimos porque había una mesa desocupada en la terraza, ya que siempre que hemos intentado ir sin reserva ha sido imposible porque nos hemos encontrado con muchos grupos de personas esperando entrar, sobre todo un día sábado. Nos pudimos dar el gusto de elegir y preferimos sentarnos en la barra, ya que al parecer es más emocionante ser atendido por el mismo barman que prepara los cócteles o te sirve cuidadosamente la cerveza.

En la barra, se podían apreciar todo tipo de licores y destilados; había además una gran variedad de cervezas nacionales e internacionales. Por otro lado tenían distintos tipos de copas y vasos con logos de cervezas, lo que le daba un toque más de propiedad al tomársela.

Ya sentados, la anfitriona, una mujer muy amable, como el resto de los garzones, nos ofreció la carta. Probé el vodka maracuyá sour; estaba buenísimo, ligero de consistencia y dulzor perfecto, servido además en vaso y no en copa, lo que hace que la cantidad sea más de lo esperado.

El otro pedido fue una cerveza Primator Premium Lager, cerveza rubia no muy amarga con aromas de cereales de procedencia checa, que fue un buen acompañamiento para la hamburguesa con tocino y huevo frito que comimos.

La hamburguesa era casera, muy sabrosa y venía acompañada de unas crujientes papas fritas con cebolla caramelizada cocida a punto, lo que equilibraba el amargor de la cerveza y suavizaba los demás ingredientes. Todo esto en un pan que estaba afortunadamente fresco.

También pudimos probar la pizza Dunkel, con masa a la piedra, queso, pollo, avellanas y crema. La crema le daba un toque increíble y las avellanas aportaban textura y un tostado muy rico; la masa al ser delgada permitía que resaltara el sabor de los otros ingredientes. El tamaño de la pizza era individual, más que suficiente para una persona. En general se podía ver que existe un delicado cuidado en la calidad de los productos que ofrecen, ya sea en la barra o en la cocina.

Me gustó mucho la atención al cliente, ya que es una de las cosas más difíciles de encontrar en cualquier lugar. En mi opinión Glasgow pub es un lugar que vale la pena visitar, y más de alguna vez.

restaurant: Pub Glasgow

dirección: 3 Poniente 660, Viña del Mar

consumo promedio: $8.000 p/p