Nicolás Arancibia Bórquez

No quedan dudas de que los hinchas caturros quedaron con sed de ver a Santiago Wanderers luego de la dolorosa eliminación ante Cobresal ocurrida hace casi tres meses. Más allá de que no será un apronte de carácter oficial, los verdes se medirán mañana ante O'Higgins de Rancagua en una versión de la Noche Verde, en la que será la primera oportunidad de los porteños para ver en el estadio Elías Figueroa al equipo que armó Miguel Ramírez para el 2019.

Más allá del alza en el valor de las entradas para poder ver el Decano, los hinchas parecen haber respondido de buena forma al sistema de "preventa" impuesta por la sociedad anónima, y por lo mismo es que la Galería Norte para el compromiso de mañana ante los celestes ya se encuentra completamente agotada, lo que demuestra que la locura por ver al equipo de "Cheíto" todavía no ha cesado, más allá de que no se logró el tan anhelado ascenso.

El aforo autorizado por la Gobernación Provincial para el encuentro amistoso es de 14.000 espectadores, y hasta la tarde de ayer, según informó el departamento de comunicaciones del Decano, ya había 2.800 boletos vendidos, lo que sumado al espectro de cinco mil socios que están al día, ya asegura algo más de la mitad del estadio lleno para el compromiso donde se presentarán ante la siempre exigente hinchada verde, a los refuerzos que se trajeron para volver este año a Primera División.

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Luego de su participación en el Sudamericano Sub 20, donde la selección chilena dijo adiós tempranamente, Matías Marín se integró a los entrenamientos de Wanderers para enfocarse al cien por ciento a los trabajos del equipo.

El canterano, que terminó siendo uno de los titulares de Miguel Ramírez durante la temporada anterior, comentó su paso por el torneo continental y cómo se encuentra de ánimo tras el fracaso. "Aprendí lo bueno y lo malo. Ahora hay que dar vuelta la página y mojarla acá. Volví al máximo, no llegué desmotivado. Tengo unos compañeros que me apoyan en todo y en lo físico estoy bien", subrayó el mediocampista.

Sobre sus objetivos de cara al presente año, el viñamarino se cuadra con sus compañeros, reconociendo que "quiero volver a la Primera División".

Por otro lado, el jugador de 19 años quiere seguir respondiéndole a Ramírez y consolidarse como el sub 20 titular, aunque la lucha se pone más compleja con el arribo de otros juveniles al plantel, entre ellos Matías Plaza, jugador de 17 años que posee características similares a las que ofrece Marín.

"Al Mati lo conozco, sé la calidad que tiene y que puede luchar un puesto para jugar. Le cuento las cosas que me pasaron y me están pasando para que él pueda sobreponerse a las situaciones. Yo me alegro mucho por lo que ha logrado", concluyó al respecto el volante.