Esta mañana, leyendo el periódico en la sección "Dinos lo que piensas", leo la siguiente frase u opinión de uno de los tantos personajes que veo que expresan palabras, sin entender a la iglesia evangélica.

Soy evangélico, y no me considero parte de la denominada Catedral Evangélica de Santiago, ni menos parte del Obispo Eduardo Durán Castro, porque en ningún caso ellos representan a las muchas iglesia evangélicas y protestantes del país; son una denominación completamente aparte donde sus políticas y estatutos difieren con las demás denominaciones de nuestro Chile.

Pero para ser más claro, no conozco iglesia ni pastor que obligue o enseñe que se debe diezmar por los pecados de nuestras vidas, ni menos dar dinero por las indulgencias de nuestros pecados, porque el que perdonó mis pecados no fue el pastor, los hermanos, ni la iglesia, fue Cristo el Señor. Ahora, analizando un poco la situación actual, si usted cuenta con una iglesia de 15 mil miembros en una catedral que se divide en cuatro sectores y que se llena constantemente, solo dando todos mil pesos por mes, estamos hablando de 15 millones de pesos (son cifras de ejemplo, creo que son muchos más miembros).

Pero esa no es la realidad de un templo o iglesia en todo nuestro territorio chileno, hay pastores que sencillamente no reciben más de 200 mil pesos por mes, en donde tienen que separar para los gastos básicos, luz y agua, como también hay muchos pastores de distintas denominaciones que deben arrendar locales para poder realizar algún servicio.

No contamos con grandes sumas de dinero para construir nuestros templos y en muchos casos es gracias a los pescados fritos, empanadas, completos y muchas ventas que se realizan para la construcción de muchos de ellas. Encuentro muy mal la opinión de muchos, cuando dicen: "así como van las cosas, en la iglesia evangélica habrá que pagar indulgencias por nuestros pecados". Encuentro de muy mal gusto estas opiniones, porque para poder tener nuestra casa bonita y presentable nos esforzamos muchos años para lograr lo que tenemos, porque nada se nos otorga gratis, son años de sacrificio, pero no tenemos a nadie que nos obligue a hacerlo, porque esto es voluntario y si no te gusta hay muchas iglesias en este tiempo que hacen lo que la persona quiere.

Por favor, pido de una vez por todas que no nos echen en el mismo saco a todos, sé que en mí no esta el poder de dar juicio sobre los demás, el único que puede es Dios y gracias a Él por mandar a su Hijo para que con amor me perdone de mis faltas e inequidades, y gracias por ese amor puedo predicar libremente, anunciando que Dios ama a toda su creación.

Carlos Calderón Calfunado

Después de leer la cantidad millonaria de dinero que cada diputado puede disponer para ejecutar su pega, que resulta ser un promedio de 23 millones de pesos por cada uno de ellos al mes, que incluye todo, su dieta, full asesores (con traslado y alimentación incluida), celulares, arriendos, bencina, reparación de autos, secretarias (os) y más asesores, si necesitan, entre otros beneficios, se explica el gran interés por presentarse como candidato a diputado y además con el "bonus track" que los requisitos que tendrán que cumplir para postular son mínimos, literalmente ser chileno(a), Licencia Secundaria y respirar...

Reflexión final: nadie los criticaría por los montos millonarios de dineros involucrados si cumplieran a cabalidad, en la forma y en el fondo, su pega de representar, legislar y fiscalizar y no perdieran el tiempo y el dinero que les pagan todos los chilenos, por ejemplo, en promover el día del completo o de la brisca.

Luis Enrique Soler Milla