Cayó "Miguelito", el pistolero de Placilla
Biro de la PDI porteña estableció que el menor cometió 6 robos violentos en un mes. Quedó en prisión preventiva.
Son las 15.02 horas y la jueza Jeanette Oliva pregunta quiénes son los que están en la sala N°1 del Juzgado de Garantía de Valparaíso. "Prensa", "familiares" y "una fundación que lucha por los derechos de los niños", son las respuestas. La magistrado indaga sobre la agrupación y sus 4 miembros explican que están ahí porque "justo este viernes" iban a ayudar a "Miguelito", el menor de 14 años que pasará a control de detención, tras ser capturado por la Brigada Investigadora de Robos (Biro) de la PDI de Valparaíso.
La jueza toma asiento y ordena que entre el adolescente. Apenas lo hace, intenta saludar con una mano a sus abuelas, pero no puede: está esposado.
De inmediato, el fiscal Roberto Depaux comienza a relatar en qué contexto se dieron los 6 robos: cinco con intimidación en grado de consumado y uno con intimidación y violencia. Este último es el que más le llama la atención a la magistrado, puesto que "Miguelito" atacó con un arma cortopunzante a una madre que llevaba a su hijo de tres años en brazos. "Con el fin de robar una cartera, el imputado ataca a la víctima y el menor de tres años cae al suelo sufriendo lesiones", detalla el persecutor.
Depaux termina de leer los antecedentes y comenta que tiene un video en el que Miguelito se grabó usando armas de fuego. Se lo muestra a la jueza y a la defensa, y concluye: "El menor es un evidente peligro para la sociedad".
80 días en Lihuén
Las abuelas del menor sollozan y la jueza le otorga la palabra a la abogada defensora. "No voy a cuestionar los hechos que informó el fiscal, pero sí de que el menor sea un peligro para la sociedad", expresa. Y agrega: "La internación no cumpliría con el desarrollo social del menor, porque en Lihuén ha sido amenazado de muerte. Además, en esta sala, hay figuras presentes dispuestas a darle una red de apoyo, y él sólo llegó a primero básico, no sabe leer ni escribir".
La jueza pregunta si hay algo más y toma su decisión: "Si el círculo familiar en el pasado no funcionó y ni siquiera se preocupó de su educación, ¿qué certeza hay de que el futuro evitará que cometa delitos? (...)Se ordena su internación en la cárcel de menores de Limache, por 80 días".
Las abuelas lloran más fuerte y Miguelito se dirige a la jueza: "¿Puedo decir algo? Porque yo igual quería hacer un trato". "No, yo no hago tratos", le dice y se retira. Más tarde, en Placilla, celebraron. "La detención de este menor de edad y avezado delincuente es una gran noticia", dijo Edgar Eldredge, dirigente vecinal.