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Comienzan los partidos de verdad. El Club Deportivo Colegio Los Leones buscará cortar su mala racha cuando, entre hoy y mañana, juegue sus dos primeros partidos válidos por las semifinales de la Conferencia Centro de Liga Nacional de Básquetbol. Los felinos jugarán el primer partido de la serie esta noche frente a Universidad de Concepción, a las 21.00 horas, en una llave que se jugará al mejor de siete partidos.
Los felinos, que hace ya varias semanas se encontraban clasificados a los playoffs de su zona, terminaron en la tercera posición de la Fase Regular, y por lo mismo, deberán partir visitando al Campanil, que clasificó en la segunda posición, y que por ende tendrá el derecho de recibir a los Claudio Jorquera en el gimnasio CAP de Talcahuano.
Hay esperanza
Los Leones están en Concepción desde la mañana de ayer, esperando sacar un buen resultado de cara a los dos partidos que luego se jugarán en Quilpué, el fin de semana del 2 y 3 de marzo. En ese sentido, Evandro Arteaga, una de las experimentadas figuras felinas, adelantó que frente al Campanil "será una llave dura, tendremos que estar concentrados, intensos y mentalizados. Creo que si hacemos nuestro plan de juego, podemos tener buenos resultados".
Sobre el juego de los amarillos, el "10" de los actuales campeones de conferencia, sostuvo que "tenemos que poner atención a todo lo que hagan. A estas alturas del torneo, los que ponen atención en los detalles son los que ganan los partidos. Con la Universidad de Concepción venimos jugando en contra hace muchos años, las bases de los equipos son las mismas, así que solo cambian los extranjeros".
Irregularidad
El cuadro de Quilpué llegó a estar apenas un punto bajo el líder de su conferencia, pero una mala racha los terminó relegando al tercer lugar. Justamente sobre los altos y bajos de los felinos, el mismo Arteaga recalcó que "tenemos que ser más regulares, tanto en uno solo, como a lo largo de varios juegos seguidos. Ganamos ocho en línea y después perdimos cinco, eso es irregularidad, así que tenemos que volver a jugar para todos, para el equipo, y no caer en que cada uno se sienta capaz de resolver de forma personal las jugadas, ya que eso nos quita fuerza como equipo".