Ya es ley el término de la pesca de arrastre para captura de la Jibia. Así lo entendió el Congreso y el Gobierno. No se dejaron influenciar por el manejo de cifras que llevaron adelante los gremios y grandes empresas. Lo cierto es que la pesca con línea de mano o potera del recurso, generará cientos, sino miles de empleo.

Desde la pesca artesanal celebramos la medida, pero también tenemos claro que el próximo paso, que es dar término la ilegitima Ley de Pesca, no será un camino fácil. Los mismos gremios de la industria pesquera, han amenazado con demandas contra el Estado de Chile, por el solo hecho de exigir el término de sus privilegios y que los recursos pesqueros vuelvan a las manos y mesas de todos los chilenos.

Hernán Cortés,

Presidente Consejo Nacional por la Defensa del Patrimonio Pesquero

¿Alguien con un mínimo grado de raciocinio puede entender por qué razón un juez deja libre a un homicida frustrado?

En el caso del atentado incendiario en Villa Dulce, del tipo que sin mayor compasión y sin un dejo de conciencia, atentó contra la casa en donde se encontraba su ex mujer y su pequeño hijo de 5 años, además de la familia de la mujer, ¿no es suficiente esa demostración de odio y maldad para dejarlo detenido?

¿Tendría que haber carbonizado todas las personas para que el juez de verdad pensara un poco y determinara lo que corresponde? ¿O tal vez piensan que con esa estúpida "orden de alejamiento" un energúmeno, por arte de magia no va a cometer mas agresiones?

¿Y el caso de nuestra región, del tipo que se pasea por tribunales y que ha atentado en reiteradas oportunidades contra su ex mujer, llegando a apedrear su casa y destrozar su auto? Si esa famosa orden fuera (como en las series de ciencia ficción) un campo de fuerza impenetrable, la aplaudiríamos todos, pero es una más de tantas aristas inoficiosas de nuestro precario sistema judicial, donde las víctimas siempre sacan la peor parte y en donde muchas veces los victimarios tienen todo a su favor.

Qué impotencia más grande y que decepción de los tribunales y de la justicia en general.

Sergio Moya Bugueño