Proyecto busca descontaminar los suelos de Quintero con una planta
Una simple hierba es capaz de absorber los metales pesados de la zona. La decana de la UPLA, Verónica Meza, liderará la investigación piloto en la región en abril.
Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso
El año 2018 fue crítico para la zona de Puchuncaví. La contaminación ambiental afectó como nunca antes a los habitantes de Quintero. Pero esta situación no es novedad. Por lo mismo, la decana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Playa Ancha, Verónica Meza, junto a sus colegas, vieron en 2014 la urgencia de hacer algo al respecto y plantearon la necesidad de incorporar un plan para remediar los suelos en las zonas de sacrificio.
Tras el interés que surgió desde la universidad, se comenzaron a estudiar distintos humedales del país. Fue así que descubrieron algo innovador: una particular planta, llamada "sarcocornia neei" podría absorber metales pesados de zonas contaminadas.
"El 2013 empezamos a ver la flora del humedal El Yali en Santo Domingo y vimos esta planta, un hallazgo. Así, nos percatamos que la sarcocornia en Puchuncaví era roja y en El Yali verde intenso, entonces se nos ocurrió medir el suelo. Descubrimos que la planta en el sector de Quintero absorbía metales y comenzamos con las pruebas, que confirmaron que la planta absorbe el plomo de suelos contaminados en un 99%", señala Verónica Meza, decana de la Facultad y agrónoma de profesión.
La planta
De esta manera, el estudio realizado por la UPLA comprobó que la "sarcocornia neei" sería la indicada para descontaminar los suelos del sector afectado, debido a sus particulares características. Crece de forma natural, es muy eficiente en relación a la fotosíntesis y al uso del agua, no tiene un cuidado especial y además, no está en peligro de extinción.
Con estos antecedentes, Verónica Meza se adjudicó, a través de la Dirección General de Investigación de la misma universidad, recursos para llevar a cabo el proyecto "Evaluación de estrés oxidativo y performance fotosintética de sarcocornia neii en la regiones de Coquimbo y Valparaíso", que se realizará entre abril de este año y diciembre del 2020.
"Queremos trabajar con esta planta y conocer su modo de acción, cómo absorbe los metales. El proyecto consta de poner en forma concéntrica a la bahía de Quintero, 12 puntos de remediación para trabajar con sarcocornia. Además, un trabajo con la comunidad para construir un invernadero para controlar algunas variables y para que ellos puedan propagar la planta y ponerla en sus casas. Cuando una planta está llena de metales, se convierte en un residuo peligroso, por lo tanto, nosotros vamos a tomar esa planta y le vamos a dar otro valor agregado, convirtiéndolo en un biocombustible. En resumen, vamos a estar mejorando el suelo a nivel de prototipo en 12 zonas durante 10 meses y después de eso la convertiremos en biodiesel", puntualiza la profesional.
El proyecto
La iniciativa contempla estudiar la planta en tres humedales distintos y ver cómo reacciona ante diversos contextos. El Yali, Los Maitenes de Valparaíso y la Laguna Conchalí de Coquimbo son los seleccionados para la investigación. De esta forma se espera comparar las diversas zonas para analizar su comportamiento, ya que en los humedales de Puchuncaví existiría una gran concentración de metales pesados, muy distinto a lo que sucede en El Yali.
Para esta investigación solo se considerará el cobre, ya que desde el 2014 se encuentra en concentraciones muy altas con respecto a lo que señalan las normativas.
"Hemos visto los niveles de metales pesados, no de todos, por el presupuesto, pero sí del arsénico, plomo, talio y cobre. Y el cobre tiene una cantidad excesiva y es peligroso. Puede ingresar al ADN de la célula y generar cambios", explica Verónica Meza.
Contribución
Con esta iniciativa se busca contribuir a solucionar la contaminación de metales pesados y mejorar la calidad de vida de las personas que habitan en este lugar.
"En toda esta problemática de Puchuncaví han estado las autoridades regionales y nacionales y ¿qué se ha hecho? Nadie ha trabajado en remediación y ese es un rol que tiene nuestra facultad y el departamento de medio ambiente. Si bien es cierto que hay una gran contaminación, no podemos solamente reclamar, tenemos que hacer algo", enfatiza la encargada del proyecto.