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No se ganó, pero la mejora desde el ámbito futbolístico fue evidente. La selección chilena igualó a un gol frente a su par de Estados Unidos, en un duelo que sirvió para lavar heridas luego de la horrible derrota de la semana pasada ante México, en la que fue la última fecha FIFA previa a la Copa América de Brasil, que dará inicio en el mes de junio, enfrentando a la selección de Japón.

El principal estreno táctico por parte de Reinaldo Rueda no pudo partir de la peor forma. En apenas 3' de compromiso, la línea de tres conformada por Jara, Medel y Maripán se vio superada por Christian Pulisic, la gran figura estadounidense. Zardes le ganó al capitán de la Roja, habilitó en profundidad al nacido en Croacia, quien con velocidad dejó en el camino a unos superados Isla y Jara, definiendo con un "globito" ante la salida de Arias, y anotando la primera cifra del compromiso.

El tempranero tanto de los locales, lejano a lo que se pudiera pensar, no sirvió para aumentar los fantasmas de Chile, sino que más bien actuó como un reactor en los jugadores nacionales, quienes se dieron cuenta que una nueva derrota dejaría aún más tenso el ambiente previo al inicio de la Copa América, por lo que decidieron convertirse en los protagonistas del partido.

Si lo frágil que se vio la línea de tres en los primeros minutos fue un error del cafetalero, el adelantar a los laterales, sin duda, acabó siendo un tremendo acierto.

Recién en nueve minutos de compromiso, y luego de un extraordinario pivoteo por parte de Castillo, que acabó con un remate de Aránguiz, el balón cayó justo en los pies de Oscar Opazo. El ex Santiago Wanderers, con el arco a su disposición, sacó un remate potente que se incrustó en la meta norteamericana, decretando el parcial (y justo) empate para nuestro país.

Sin errores del pasado

Con el empate en el tablero marcador, se notó la mano de Reinaldo Rueda al bajar la intensidad en el juego nacional. Con el fresco recuerdo de los errores cometidos ante México la semana pasada, Chile comenzó a exhibir un juego mucho más híbrido, y ciertamente menos atractivo, pero que sirvió para contener de buena forma a un elenco que estaba jugando de local, y que prácticamente no logró llegar con peligro a la meta de Gabriel Arias, salvo en el tempranero tanto de Pulisic.

Queda mucho por mejorar, es cierto. Chile está lejos de ser el equipo que encantó en su momento al continente, pero tampoco es la escuadra frágil que vimos por algunos pasajes de la era Rueda, y queda la sensación de que, con los hombres correctos y bajo la presión de los puntos oficiales, Chile podrá hacer un papel, al menos aceptable, en un torneo donde defenderá la corona .

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