Lucas Suárez Torres - La Estrella de Valparaíso

El martes pasado, mientras todos estaban pendientes del partido en que Chile enfrentaba a Estados Unidos, en redes sociales circulaba un mensaje con una foto que mostraba a un funcionario de la Armada que le compró alimentos a un adulto mayor y que incluso lo habría invitado a ver el encuentro de la Selección Chilena de fútbol, lo que generó una avalancha de buenos comentarios, además de que el video fue compartido en inumerables ocasiones.

El involucrado fue Roberto Manríquez, suboficial de la Armada y asesor de navegación. Hoy cuenta que -a diferencia de lo que decía el mensaje viralizado- él sí le compró comida al caballero, pero no lo invitó a su casa a ver el partido. "Alguien que escuchó mal tiene que haber dicho eso", aclara Manríquez, pese a que ello no le resta mérito a su noble gesto.

"Lo vi pidiendo y me puse a conversar con él, mientras esperaba a una prima, y le vi una bolsa con un solo pan. Me ofrecí a comprarle pan, él me dice que no, pero dice si le puedo comprar un papel higiénico. Entramos y le compré el confort, unas galletas, leche y otras cosas. Luego de eso yo le pido que no pida más por el día y que se fuera a su casa tranquilo a ver el partido de Chile", relata Manríquez.

Sin imaginar el revuelo que causaría, el suboficial cuenta que esto "uno lo hace sin esperar nada a cambio. Esto no debería ser noticia. Siempre hay alguien que tiene un poco más que otro y en ayudar no hay nada malo. Las redes sociales son muy poderosas y es bueno que se destaquen estas cosas, aunque yo no esperaba esta reacción".

De la misma manera, agrega que ayudar no debería causar tanto revuelo: "Debería ser prioridad parar un rato y conversar con alguien que lo necesite. Estamos muy individualistas, preocupados de nosotros mismos pero hay que empujar a los que viene un poquito más abajo... con lo que sea. Una palabra, una colaboración, un gesto, todo ayuda".