Carla Olivares Rojas
Como ya lo había hecho antes, la viñamarina Marisa Quezada una vez más acompañaba a su esposo, el traumatólogo Humberto Durán, a un congreso de medicina. La ciudad: Buenos Aires, capital del país vecino.
Viajaron el jueves pasado por la noche y debido a que el hotel Sheraton donde era el congreso quedaba retirado del centro, decidieron hospedarse en un recinto central para que Marisa aprovechara los días del congreso porque estaría prácticamente sola.
Es así como la pareja llegó al hotel Silver Park, ubicado en calle Cerrito 330 a escasos metros del famoso Obelisco. A temprana hora del viernes, el traumatólogo se fue a su congreso dejando a su esposa sola en la habitación 402 del hotel.
Golpean la puerta
"Como a las 10.30 más o menos me golpearon la puerta y me preguntaron si quería que hicieran el aseo, le dije que no a la mucama y aproveché de pedirle un adaptador de corriente porque no tenía. Como a los 10 minutos me trajo el adaptador. Como a las 11.00 me vuelven a tocar la puerta, era una niña que es un ama de llaves y me dice 'de esta habitación solicitaron una bandeja con un plato, un cuchillo, un tenedor y una cuchara', yo le dije que no había pedido nada, le dije que estaba sola que mi marido se había ido temprano y le abrí un poco la puerta, ella miró. 'Que raro', me dijo y se fue. Como a los 15 minutos golpean la puerta de nuevo, pero más fuerte. Yo preguntó '¿Quién es?' y me dicen 'soy yo', era una voz de un hombre, pensé que era mi marido abro la puerta y era un tremendo gallo como de un metro 80, pelado y me empuja hacia adentro de la habitación, yo reaccioné a quedarme en la puerta, empezamos a forcejear y yo empecé a gritar", relató la afectada.
No llegó nadie
Para su mala suerte, no había nadie en las habitaciones vecinas, por lo tanto, nadie acudió a socorrerla, las fuerzas se acabaron y terminó encerrada con el tipo dentro del dormitorio; el sujeto la amenazaba de muerte con un cuchillo y le pedía dinero. Él la empujó hacia la cama y trató de tirarse encima, ella gritaba lo más fuerte que podía y con combos y patadas evitó que él cayera sobre ella. "Me tiró encima de la cama, él trató de tirarse encima. Yo no lo dejé porque tiraba combos y patadas, hubiera sido una niñas más joven, olvídate", dijo Marisa a La Estrella.
Fueron alrededor de 10 minutos que estuvo adentro. Ella le pasó 400 dólares que tenía en la cartera y él se cuidó de no tocar nada para no dejar huellas. Le pedía más plata con un cuchillo que mantenía en el cuello de Marisa y finalmente se fue. "Yo a veces creo que fue un dato, nunca me contestaron de la conserjería, llamé a Chile y pedí que ubicaran a mi marido a través de sus colegas porque él tenía el teléfono apagado. Después de mucho rato me contestaron de abajo y llegaron todos acá, vino la policía y yo estaba muy mal. Después me enteré que él cuando entró al hotel dijo que venía a la 402 y le pidió a la ama de llaves que trajera el cuchillo y esas cosas. Después que ella vino a la pieza dice que lo vio sentado en una silla cerca de la pieza y le dijo que porqué no golpeaba y él le dijo que yo me estaba duchando. Ella nunca le dijo que yo no había pedido las cosas, ni tampoco le dijo que yo no me estaba duchando. Es todo muy raro, ella en su declaración dijo que golpeó todas las puertas de los dormitorios porque tenía un presentimiento extraño, tomó el ascensor y se fue. Él vio todo eso", señaló Marisa Quezada.
Desde el hotel le dijeron que el sujeto no era funcionario del recinto, que una cámara lo grabó en la entrada y que lo sentían mucho.
El matrimonio se quedó en el hotel esperando alguna respuesta y resolución, el médico no volvió al congreso y hasta ayer no habían novedades, ni siquiera habían accedido a devolver los 400 dólares del robo.
Ahora, la pareja evalúa iniciar acciones legales en contra del hotel, en tanto que la mujer reflexiona "yo lo que quiero es que nadie venga para acá porque es un hotel muy inseguro, la gente entra y sale, sube a los pisos y nadie le pregunta nada. Aquí en este hotel no hay nadie seguro".
La Estrella de Valparaíso solicitó una versión al hotel, pero al cierre de esta edición, no hubo respuesta.