Marcela Guajardo Pérez - La Estrella de Valparaíso
Algunos de los integrantes del Comité Científico que trabajaron en las bases del Estudio de Impacto Ambiental que presentó la empresa Las Salinas en diciembre del año pasado, no entienden por qué hay tanto antagonismo contra el plan de limpieza.
"Pienso que tal vez es un problema de información. Nosotros somos científicos y nuestro rol es investigar. Me parece bien que haya dudas y estamos dispuestos a contestarlas una a una", asegura Marcel Szantó, académico de la PUCV y coordinador del Comité Científico, en relación a las 500 observaciones que presentaron organizaciones sociales al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, que deberá resolver si la empresa puede o no intervenir ese sector.
"La bioremediación se utiliza en todos los países desarrollados, es casi una rutina y la manera más eficiente de hacerlo actualmente", asegura Michael Seeger, director del Laboratorio de Microbiología Molecular y Biotecnología Ambiental de la Universidad Federico Santa María, quien además tiene casi tres décadas de experiencia con esta técnica que se aplicaría por primera vez en la región.
El Comité se formó el 2017 y está compuesto por expertos de universidades de la zona. La primera medida que tomaron fue hacer un diagnóstico del nivel de contaminación en el lugar y luego elaborar una propuesta.
Los académicos recomendaron la bioremediación como una manera más natural y menos peligrosa de limpiar los terrenos. En el 2002 la empresa inició excavaciones en el terreno para trasladar parte del material contaminado a San Felipe, un proceso que no contaba con la seguridad ambiental para los lugares por donde pasaban estos camiones.
"Las bacterias y hongos están presentes en todos los ecosistemas, lo que ocurre normalmente en terrenos impactados con contaminantes es una selección natural de estos microorganismos. Algunos desaparecen, pero otros empiezan a utilizar estos compuestos como fuente de energía. Lo que hacemos nosotros es proporcionarles las condiciones propicias para que hagan el trabajo", comenta el profesor Seeger.
La bioremediación es una técnica que se aplica en terreno y en el mar. El caso más conocido de limpieza a través de bacterias es el desastre del Exxon-Valdés en 1989 que encalló en las costas de Alaska y vertió millones de litros de petróleo al océano. En este caso se usó la bioremediación para incrementar la cantidad de bacterias y así degradar en mayor cantidad el hidrocarburo.
El laboratorio de la UTFSM ya cuenta con un catálogo de bacterias extraídas del mismo terreno de Las Salinas que han sido testeadas para conocer sus características. El proceso de limpieza podría extenderse a cinco años, dependiendo de las condiciones que se den a estos microorganismos para que consuman los contaminantes.
En el caso de los metales pesados que estarían presentes, la bioremediación no es solución, por lo que ahí se debería remover el terreno.
Desconfianza
"Existen contradicciones entre lo que dicen y lo que está en los mismos estudios que publicaron", asegura Patricia Arellano, presidenta de la Corporación Pro Defensa del Patrimonio.
La desconfianza de las organizaciones sociales gira principalmente en el destino que se le quiere dar a esos terrenos, ya que con la actual Resolución de Calificación Ambiental el sector de Las Salinas ya está apto para Parques y Jardines. "Todo lo que busca la empresa con remediar esos terrenos es hacer un proyecto inmobiliario", dice Arellano.
La Corporación también cuestiona los ensayos en el laboratorio de estas bacterias.
"Las condiciones en terreno son distintas, no hemos visto pruebas in situ, las condiciones climáticas podrían variar", afirma la dirigente.