Matías Valenzuela U.

Un pequeño vehículo de color gris, modelo Hyundai I10, fue el escenario donde fallecieron dos hombres, de 19 y 31 años, tras ser acribillados desde otro vehículo. Un atroz doble homicidio alteró lo que era una tranquila tarde en la calle Los Maquis de Quilpué.

El hecho ocurrió cerca de las 18.00 horas de ayer bajo extrañas circunstancias, llegando a la calle Santa Rosa. De acuerdo a lo señalado por los vecinos, los fallecidos estaban estacionados en el vehículo a un costado de la calle, cuando otro automóvil (Hyundai Santa Fe de color negro) pasó a su lado. El copiloto de éste, sacó un arma de fuego por la ventana -aparentemente una especie de pistola o revólver- y vació el cargador, asesinando a los dos jóvenes para luego escapar del lugar.

Los residentes escucharon los disparos y el rápido escape del móvil, pero no lograron reconocer ni a las víctimas, ni a los victimarios. Al parecer, los fallecidos no eran residentes del sector, ya que nadie pudo identificar el auto.

"Este era un lugar muy tranquilo, pero desde hace un tiempo que ha empezado a circular la droga en un sector, yo escuché los disparos después de llegar del trabajo, sonaron así como cuando revienta un neumático", comentó una vecina.

El tema del tráfico, es efectivamente una de las líneas de investigación que se está indagando para esclarecer este hecho. Al menos así lo dejaron claro las autoridades.

Al lugar llegó personal de Carabineros de la Segunda Comisaría de Quilpué, y el fiscal de turno ordenó el trabajo de Labocar y el OS9. La zona fue cercada, y el vehículo revisado por los uniformados, todo esto, mientras la gente del sector se apostaba en las esquinas para observar lo que ocurría.

Calibre 45

"Lo que tenemos al minuto es que, al parecer, una de las personas fallecidas tendría algunos antecedentes por narcotráfico", señaló el coronel Roberto Troncoso, de la Prefectura de Carabineros de Marga Marga. El jefe policial agregó que se realizaron las indagaciones para buscar y, eventualmente, localizar a los autores del doble homicidio.

Por su parte, el fiscal Hernán Silva, señaló que "la información que tenemos es que dos personas están fallecidas dentro de un vehículo, y que esto sería producto de personas que se movilizaban en otro vehículo más grande, de color oscuro que se posicionó al lado de las víctimas y disparó con un arma, al parecer, de calibre 45".

Silva agregó que habrían sido entre cinco y seis los impactos balísticos, y que las víctimas fueron identificadas, pero se resguardo su nombre en secreto para no entorpecer la investigación.

Respecto de una posible hipótesis de ajuste de cuentas entre bandas rivales, el fiscal Silva no lo descartó ya que una de las víctimas tenía una condena por un delito de tráfico.

"No podemos descartar, en este minuto es una de las principales líneas", manifestó ante la consulta. Hasta el cierre de esta edición personal policial se encontraba aún en el lugar del crimen recabando mayores antecedentes para lograr dar con el paradero de el o los asesinos.

6 Disparos fueron escuchados por los vecinos de la calle Los Maquis.

Lamentables fueron las consecuencias que dejó un incendio en el campamento "Felipe Camiroaga", que afectó a dos casas, dejando a cuatro personas damnificadas. El siniestro ocurrió ayer a eso de las 14.00 horas en las casas que quedan al final de la avenida Viña del Mar.

De acuerdo a lo señalado por los vecinos, el fuego habría comenzado en el segundo piso de una vivienda, donde se expandió rápidamente. El fuego crecía con velocidad, pero gracias a la acción de vecinos y bomberos, las llamas fueron encajonadas y finalmente apagadas. El saldo fue de una casa completamente consumida, y otra afectada parcialmente.

Juan Arancibia, de 59 años, es uno de los damnificados. Cuenta que vive junto a otras tres personas. Llegó al sector hace cerca de un año, él trabajó durante casi 20 años como mayordomo en un condominio de Viña del Mar, que le daba hospedaje. Tras ser desvinculado llegó al sector de las tomas.

Cuenta que los vecinos le avisaron que salía humo de las ventanas, trataron de apagar el fuego, pero las mangueras tenían poca presión.

"Tuvimos que salir, ya no había nada que hacer. El fuego ya estaba muy grande, y lo perdimos todo. Yo sospecho del decodificador, porque siempre se calentaba y tiraba humo", señaló Juan mientras los bomberos apagaban las últimas fumarolas entre las latas quemadas.