Reinaldo Sánchez no se cierra a volver a Wanderers: "Hay que ver, no les cuesta nada hacer una reunión conmigo"
El extimonel caturro aseguró además que sería "desastroso" que la Corporación tomara el club.
El Decano brilla en la cancha, pero fuera de ella, su futuro continúa siendo completamente incierto. Nicolás Ibáñez, quien hasta hoy sigue siendo dueño del 79% de las acciones de la sociedad anónima a cargo de administrar a Santiago Wanderers, anunció su salida del club hace unas semanas, y ante aquel escenario, no son pocos los hinchas que han pensado que el retorno de Reinaldo Sánchez es la mejor opción para levantar a un alicaído cuadro caturro. El empresario microbusero atendió el llamado de La Estrella, y en su estilo, habló de todo.
-¿Estaría usted dispuesto a invertir en Wanderers y volver a tomar el control?
-Habría que ver bien la situación, ver en qué estado está el club, porque no es llegar y meterse. Sí he hablado con Rafael (González), él trabajó conmigo muchos años, así que lo conozco muy bien. Hay que ver, a ellos no les cuesta nada hacer una reunión conmigo y ver las cosas.
-Entonces no le cierra las puertas al Decano.
-No, porque hay que ayudar. En estas cosas hay muchos que hablan y ayudan poco.
-El lunes 15 habrá reunión extraordinaria de accionistas, ¿lo veremos por allá?
-No, porque primero tienen que llamarme y conversar. No voy a ir a meterme ahí de intruso.
-¿Qué opina sobre la posibilidad de que algún capital extranjero pueda tomar el control de Wanderers?
-A mí personalmente no me gusta la idea , pero el destino nos dirá qué es lo que pasa.
-¿Cómo ha visto al club deportivamente durante el 2019?
-Bien, la idea es subir y ojalá suban, para después mantenerse. Eso de subir y bajar no puede volver a repetirse. En su tiempo, Wanderers fue ascensor, subía y bajaba, me acuerdo de la década de los '80 y '90, así que ojalá se mantengan arriba y logren subir, que es lo que todos queremos.
-¿Qué consejo puede darle a quien quiera tomar el control de Wanderers?
-Que se la juegue. Wanderers nunca en su vida tuvo una cancha empastada, Yo entré el año '92, cuando el club tenía 100 años, y nunca tuvo una cancha como corresponde. Ahora tienen cinco y las hice yo en Mantagua. La sede era muy feíta, le decían el 'callejón de los meados' a esa cuestión en la calle Lira. Ambas son cosas grandiosas que se hicieron. No todos los clubes tienen un complejo deportivo, antes de Mantagua, Wanderers tuvo uno en Santos Ossa que era puras piedras.
-¿Y en lo futbolístico?
-Bueno, nosotros ganamos el campeonato, que es lo más importante deportivamente. Socialmente es todo lo otro que ya te mencioné, porque los campeonatos se van, pero las propiedades quedan.
-¿Cree que Wanderers puede llegar a desaparecer dada esta crisis?
-Es que vamos de la mano con la ciudad. Valparaíso tampoco está surgiendo, es una ciudad que fue grande y que ahora se está quedando chica. San Antonio ya nos ganó lejos en lo que a puerto se refiere. Viña, Quilpué, y Villa Alemana han crecido, entonces yo creo que los éxitos deportivos van acompañados también con el crecimiento de la ciudad.
-¿Cree usted que la Corporación está capacitada para tomar las riendas del club?
-Ya pasó esa historia y fue desastrosa. Las corporaciones están compuestas de gente que a lo mejor tiene buenas intenciones, no lo dudo, a lo mejor son buenos hinchas, pero los clubes no son amateur. Hay que ponerse y bastante. Ya pasó esto, acuérdate cuando llegaron esos señores Bombal y compañía, y pasaron puros desastres, se les fue el mundo encima. Sería desastroso que eso volviera a suceder.
-Dada su experiencia, ¿qué opina de la repentina salida de Nicolás Ibáñez?
-Yo todavía no entiendo si salió o no salió.
-Anunció su salida...
-Yo creo que ese tema todavía no está muy claro. Habrá que ver qué es lo que pasa.