Mirian Mondaca Herrera. - La Estrella de Valparaíso.

Fiebre al ta y dolor de oídos fueron algunos de los síntomas que alertaron a los padres de la limachina Ignacia Toledo Labra, de solo 10 años. Que tuviera temperatura elevada no era frecuente en la menor de 10 años, caracterizada por su vitalidad, por eso la inquietud era mayor y corrieron con ella al médico. Lamentablemente lo que parecía una gripe se agravó y hoy está internada en estado grave en el Hospital de Niños Roberto del Río por posible hantavirus.

La menor se mantiene desde la mañana del lunes en la UCI del recinto capitalino, luego de haber pasado por médicos pediatras y otorrinos particulares en Limache, el Hospital San Martín de Quillota, el de Quilpué y el Gustavo Fricke de Viña del Mar. En este último recinto, asegura Alejandra Toledo, tía de la menor, "le hicieron el examen y ahí fue donde se lo detectaron".

En el mismo establecimiento de salud viñamarino la sometieron a un comuna inducido, para ser trasladada al hospital pediátrico de Santiago. En ese lugar, agrega la mujer, " inmediatamente le suministraron el plasma inmune, tengo el papel, que es para el virus hanta (...) Ahí la doctora nos explicó que ese medicamento se lo han suministrado solo a dos niños". En ambos casos los resultados fueron positivos y, para alivio de la familia, ocurriría lo mismo con "Nachita", ya que está estable dentro de su gravedad.

Hasta el momento, el único órgano afectado es el pulmón, ya que desde las primeras horas que tuvo síntomas le costaba respirar. No obstante, los médicos aún no han logrado determinar la gravedad de la afectación ni descartar que existan otras partes del cuerpo comprometidas.

Durante la tarde de ayer desde la Seremi de Salud confirmaron el hallazgo de hantavirus en el sistema de la menor, luego que los exámenes enviados al Instituto de Salud Pública (ISP) arrojaran positivo.

Para el alcalde de la comuna de Limache, Daniel Morales, lugar donde ocurrió el contagio, es importante que la comunidad tome conciencia, recalcando que este es el primer caso efectivo que se ha tenido en 17 años, es decir desde el 2002.

En un cerro

Ignacia y su hermano mellizo Vicente acostumbraban a salir a jugar y andar en bicicleta junto a su familia en un cerro cercano a su casa del sector de Viñedos de Urmeneta. En esas salidas, siendo una fanática de las moras, la niña frecuentemente se metía en medio de matorrales para buscarlas. En una de esas tardes de paseo, Alejandra cree que la niña pudo haber tenido contacto con fecas del ratón colilargo.

Por el momento, ningún otro integrante de su núcleo cercano ha presentado síntomas similares a los de la menor, pero de igual forma, durante la tarde de ayer sus padres Cristian Toledo y Viviana Labra serían sometidos a exámenes en busca de la posible presencia del virus.