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El propietario revolución de la fusta nacional

Máximo Silva Dawson lleva cuatro años con colores propios. Desde Viña, ya suma varios triunfos importantes.
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Ignacio Criguer Vega - La Estrella de Valparaíso

Ser dueño de un fina sangre es un claro riesgo en lo económico, ya que los saldos positivos monetariamente hablando son pocos. Así, más se pierde que se gana, como comentan los mismos propietarios, pero aquello se suple con el darse el 'gustito' de que sus colores pasen primero por el disco.

Quien sabe de estas y otras historias más es Máximo Silva Dawson, un propietario de 9 fina sangre, con varios de ellos con triunfos a su haber y con su stud de sus iniciales MSD. Sabe el espacio en que se mueve, y ha destacado -desde Viña del Mar- en los hipódromos nacionales como pocos.

Empresario y propietario de caballos, Máximo Silva es padre de Tomy e Isidora y cuya pareja es Mariapia Mancilla, madre de Franka, quienes forman su núcleo familiar además de su padre Máximo Silva, su madre Gloria Dawson y sus 2 hermanos.

Máximo ¿cómo ha sido esta experiencia como propietario de fina sangre?

-Llevo 4 años con colores propios y muy buenos resultados. De hecho una prueba de esto es que este año corrimos El Derby con Mi Tres por Ciento, algo totalmente emocionante.

-¿Cómo lo vivió el ser parte de una fiesta como El Derby?

-Junto a mi padre. Elegir la partida para esta carrera, estar presente el mismo día con un ejemplar dentro de los 16 es algo fantástico que me gustaría repetir.

-Sin duda en estos pocos años de propietario, su regalón es Mi Tres por Ciento.

-Así es, este alazán feito físicamente fue tocado por la mano de Dios. De 21 competencias, tiene 5 triunfos y sólo 4 fuera de tabla.

-Este período ¿cómo se ven los potrillos para los clásicos principales de la generación dosañera y tresañera?

-Bien, ya partimos ganando con Mi Linda Yoyi la semana pasada y ahora vamos por la carrera importante de este miércoles en el Sporting para los potrillos y potrancas dosañeros ganadores; mi ejemplar tendrá la monta de Miguel Gutiérrez. Esperamos que Happy Team luego también salga de perdedor, ya que ha estado bastante cerca.

-Ser propietario, es todo un riesgo monetario como afirman los mismos dueños de pingos.

-Totalmente, es una pasión esto por los fina sangre, hay que tener claro que no se va ganar dinero. Ni los haras como el Paso Nevado, Don Alberto o el Vendabal deben tener números azules, a menos que se esperen unos 20 años y con harta paciencia. Pero esta actividad, no resulta en línea generales un negocio.

-En lo mismo ¿qué recomendaciones da a quienes quieren comprar aunque sea un caballito de carrera?

-Tener en cuenta lo que venimos hablando, contar mínimo con $250 mil mensuales para sus cuidados y si lo quiere tener en la línea top $100 mil más para suplentos alimenticios. Yo personalmente me gasto hasta $2 millones mensuales en mis caballos. Todo eso se debe tener en cuenta. Hay caballos que en remates cuestan $180 millones y ganarse los estelares principales alcanzan para pagar aquella inversion. Cancelar una cifra así por un pingo me parece una locura.

-Reconocimientos, agradecimientos debe tener por este tiempo breve con éxitos que lleva en la fusta.

- A Dios obviamente y a la familia MSD, el team Mancilla con quienes tras 3 triunfos celebramos con un asado.