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Junta de accionistas del Decano aprobó el aumento de capital

Tal y como Nicolás Ibáñez había anticipado previamente, la decisión de la Fundación Futuro Valparaíso fue aceptada por los beneficiarios de la SADP wanderina, accediendo a un millonario aumento por 5.200 millones de pesos.
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Nicolás Arancibia Bórquez

Durante varias semanas se pensó que el 15 de abril sería un día clave para el futuro de Santiago Wanderers, pero lo cierto es que no hubo mayores novedades, algo que de todos modos ya se anticipaba en las horas previas. Ayer por la tarde, en las oficinas de la sociedad anónima a cargo de los designios del club porteño, en las dependencias de la Estación Puerto, se llevó a cabo la junta extraordinaria de accionistas a la que el club citó luego del anuncio de la salida de Nicolás Ibáñez, controlador a través de la Fundación Futuro Valparaíso (FFV), del 79% de las acciones de la institución.

Lo cierto es que la cita no tardó más de media hora, ya que en ella recién se le informó de manera formal a los accionistas sobre la intención de realizar un aumento de capital que permita la salida de Ibáñez de Wanderers. Para aprobar esta decisión, sin embargo, era necesaria una votación entre los beneficiarios, la cual no es a mano alzada, sino que el voto tiene que ver con el paquete accionario que cada uno tiene. En pocas palabras, la decisión ya se encontraba absolutamente tomada por parte de la Fundación Futuro Valparaíso, que hasta el día de hoy, sigue a cargo del club.

Una voz oficial

Rafael González, presidente de la SADP a cargo de administrar la rama de fútbol mientras el club permanezca concesionado, envió escuetas palabras a través del Departamento de Comunicaciones wanderino, indicando que "tuvo lugar la junta extraordinaria de accionistas, en la que se aprobó, en un primer momento, el aumento de capital en la suma de 5.200 millones de pesos, por el 99% de accionistas de la institución que concurrieron el día de hoy a esta junta".

Acerca de lo que se viene para el futuro, el timonel porteño agregó que "viene un periodo en que cada uno de los accionistas tiene la opción de suscribir estas acciones. Es un periodo legal y reglamentario de 30 días, en que cada uno de ellos podrá decidir si incurre o no dentro del aumento de capital, luego de lo cual podremos analizar los diversos escenarios que se puedan presentar respecto a ello".

En lo práctico, es importante recordar que los accionistas no están obligados a suscribirse al millonario aumento de capital, por lo que dentro de un mes se podrían abrir nuevas acciones para que un nuevo inversor pueda llegar hasta Valparaíso. La FFV, hasta el momento, sigue legalmente vinculada a los caturros, y por ende, hasta el día en que finalmente abandonen el barco, están obligados a seguir aportando económicamente al club, por lo que una presunta quiebra o aumento en la crisis económica, no ocurrirán en el corto plazo.

¿Y ahora, quién?

Ya suscitada la junta de accionistas, el manto de dudas sigue sobre el club más antiguo del fútbol chileno. La Corporación Santiago Wanderers ya afirmó hace algunos días que no presentarán ningún proyecto para tomar el club, pese al desafiante llamado que hizo el mismo González hace algunas semanas, dado el poco tiempo que existe para preparar un trabajo serio al respecto.

Los rumores sobre la llegada de un inversionista extranjero toman cada vez más fuerza, idea empujada principalmente por la ausencia de un empresario nacional que tenga un vínculo que haga pensar que podría invertir en Santiago Wanderers, y principalmente, por la millonaria deuda que además se debe cancelar a la Fundación Futuro Valparaíso, la cual se estima, llegará a los 5.000 millones de pesos a fin de año.

Si bien es solo una conjetura, el gusto de Ibáñez por un modelo como el de Grupo Pachuca en Everton, sumada a las visitas de los dirigentes verdes a tierras aztecas a mitad del año pasado, hacen pensar que un grupo mexicano podría ser el nuevo dueño de las acciones del Decano del fútbol chileno.

nicolas.arancibia@estrellavalpo.cl