La solidaridad de amigos, cercanos e incluso personas que no conocieron a Nibaldo se ha hecho sentir desde el primer día y ayer no fue la excepción. Una treintena de personas se apostó a las afueras del tribunal, que casi una hora antes del inicio de la audiencia, se encontraba resguardado por vallas papales y carabineros.

Con pancartas y carteles y demandando justicia para Nibaldo, los manifestantes hicieron sentir su presencia y su repudio hacia los imputados, el que tuvo su punto cúlmine tanto a la llegada de los carros de Gendarmería que los trasladó al tribunal como a la salida. Un momento especialmente tenso fue el tuvo el abogado del imputado Francisco Ales, Carlos Oliva, quien excusándose de entregar declaraciones a los medios de comunicación, por razones "contractuales", fue duramente interpelado por los manifestantes quienes le gritaban "asesino", siguiéndolo hasta su vehículo.